Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 271)
Cuaderno XII (páginas 1629 a 1634)
(En el capítulo de hoy seguiremos con algunos aportes generales, algo sobre lógica y algunos apuntes H. Bergson)
Dentro de las grandes corrientes filosóficas que pueden considerarse verdaderas, respecto de la lógica, surgieron dos tendencias francas en función de cómo encaran la lógica. Por un lado, está la que adhiere a la lógica 'fuerte', entre las que se encuentran la lógica aristotélica, la lógica formal, la lógica de la contradicción, y la lógica del límite; y por otro lado, aquella que debilitando la norma lógica, adhiere al criterio lógico del lenguaje, entre las que se encuentran las reglas de los lenguajes, la lógica de la negación, y la paralógica. Estas últimas constituyen la base sobre la que se edificó el pragmatismo.
La lógica en general, a pesar de haber sido, como hemos señalado, el aspecto ordenador de las grandes tendencias filosóficas, no ayudó a desentrañar los grandes planteos filosóficos de todos los tiempos, tales como, los universales, las categorías, la verdad, etc., demostrando que hasta hoy no ha cumplido muy bien con su supuesto rol de 'canon universal'.
Que no se haya logrado una respuesta final a los temas aludidos, no significa que la lógica sea un formalismo vacío; el éxito de la ciencia occidental así lo corrobora, pero también es cierto que esto se logró a costa de sacrificar la forma por guardar la materia, favoreciendo el ser, aunque no así, el pensamiento; en fin, privilegiando el objeto en desmedro del sujeto.
Este esquema metodológico es el que, variación más o menos, sustenta toda nuestra ciencia hasta nuestros días. Según esta visión, una de las formas que tiene el pensamiento para conocer al ser, es la deducción; es decir, yendo de lo particular a lo general. Pero el problema es que, en este caso, lo general nos impone una brecha insalvable entre la objetividad del ser y la subjetividad del pensamiento. El universo, a pesar de su infinita variedad, tiene algo que liga absolutamente todo: el ser, que se manifiesta a sí mismo como realidad objetiva. Es decir que, la realidad que nos muestran los objetos es siempre una, aunque aparezca como diversa. Esto es como decir que el ser es universal.
La universalidad del ser carece de propiedades; es totalmente indiferenciada y entonces, las distintas apariencias con que convivimos a diario, son solo expresiones más o menos particulares de un sustrato subyacente único.
Esta ambigüedad de lo general o universal nos hace caer, necesariamente, en un dualismo (ver tabla en el capítulo 269)
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Aportes de H. Bergson en "La evolución creadora"
p#17 Hablando sobre cómo percibimos la continuidad real, da un ejemplo muy adecuado. "Donde hay una fluidez de matices fugaces que se superponen unos a otros, percibe colores tajantes y, por así decirlo, sólidos, que se yuxtaponen como las diversas cuentas de un collar, y entonces, se ve obligada a suponer un hilo, no menos sólido, que mantenga las cuentas unidas. Más aunque, este sustrato 'incoloro' esté incesantemente coloreado por lo que lo recubre, en su indeterminación es como si no existiera para nosotros, pues, precisamente, solo percibimos lo coloreado, es decir, los estados psicológicos. A decir verdad, ese sustrato no es una realidad; es, para nuestra consciencia, una simple 'señal', destinada a recordarle en todo momento el carácter artificial de la operación mediante la cual, la atención yuxtapone un estado a otro, donde no hay más que el despliegue de una continuidad. Si nuestra experiencia se compusiera de estados separados, cuya síntesis tuviera que hacerla un Yo impasible, no habría, para nosotros, duración, pues mi Yo que no cambia , no dura {nada que no cambia, dura} y un estado psicológico, en las mismas condiciones, tampoco. Y entonces, por más que se alineen esos estados, unos junto a otros sobre el Yo que los sostiene, esos sólidos enfilados en algo sólido, jamás podrán dar una duración fluyente. La verdad {y aquí viene lo trascendente del párrafo} es que así se obtiene una imitación artificial de la vida interior, un equivalente estático {por jerárquico y transitivo} que se prestará mejor a las exigencias de la lógica y del lenguaje, precisamente, porque en él se habrá eliminado el tiempo {¡Igual que en toda la ciencia!} real. Más por lo que se refiere a la vida psicológica {psíquica}, tal y como se desenvuelve bajo los símbolos que la encubren {lógica y lenguaje}, se ve sin dificultad que el tiempo es su propio tejido." {su estructura}
p#18 "Nuestro pasado permanece presente en nosotros." {simultaneidad}
{La duración bergsoniana es para nosotros, la conjunción del tiempo externo y el tiempo interno}
p#19 Deja claro que no nos es posible 'vivir' dos veces la misma experiencia, pues, a pesar de ser dada en forma idéntica, en la segunda, ya nos encontramos en un nuevo momento de nuestra historia. Para que esto fuera posible, deberíamos borra el recuerdo de todo lo que ocurrió. Podríamos borrar el recuerdo de nuestra inteligencia {cognición}, pero no de nuestra voluntad. {que está soportada en nuestra estructura psíquica}
p#20 "Existir consiste en cambiar."
p#21 "Todas nuestras operaciones sobre los sistemas que la ciencia aísla se basan, en efecto, en la idea de que el tiempo no causa mella en ello."
"El tiempo abstracto "t" atribuido, por la ciencia, a un objeto natural o a un sistema aislado, solo consiste en un número determinado de correspondencia, {medidas} y ese número permanece invariable sea cual sea la naturaleza de los intervalos que separan dichas correspondencias."
p#22 Es como si todo el pasado, presente y futuro de los objetos materiales, o de los sistemas aislados fueran colocados de una sola vez en el espacio. {en el mismo punto físico} Nada habría que cambiar ni en las fórmulas del científico ni, incluso, en el lenguaje del sentido común. El número "t" significaría siempre lo mismo. Se contaría también el mismo número de correspondencias entre los estados de los objetos o de los sistemas y los puntos de la línea, ya completamente trazada, que ahora sería "el curso del tiempo."
p#25 Las propiedades vitales son menos estados que tendencias.
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Referencias en los apuntes, a tener en cuenta para el escrito:
Eidos: representación intencional de un objeto.
Grupo de Galois: Cuaderno IX, pp. 1206 y 1208
Funciones del lenguaje: Cuaderno IX, p. 1230
La realidad según el 'ojo' con que se la mire: Cuaderno IX, pp. 1234 y ss (Llinás)
¿Cómo apareció la actividad psíquica? Cuaderno IX, pp. 1250 y ss
Terminología relacionada con el PAU: Cuaderno IX, pp. 1262 y 1266
Puede ser importante para el PAU: Cuaderno IX, p. 1290
Peirce y la abducción: Cuaderno X, p. 1318
Categorías aristotélicas y el PAU: Cuaderno X, p. 1342
Probable 'autómata polilógico': Cuaderno X, p.1343
Semiótica de la neurona: Cuaderno X, p. 1370
Esquema general del trabajo: Cuaderno X, p.1371
Características semióticas del lenguaje: Cuaderno X, pp. 1372 y 1373
Descripción de nuestro psicocito: Cuaderno X, p. 1374
Conjuntos difusos: Cuaderno X, p. 1404
Evolución de la realidad: Cuaderno X, p. 1429
Algoritmo para simulación de la replicación del ADN: Cuaderno X, p. 1443
Composición de nuestro GEN (justificación): Cuaderno XI, 1453
Análisis del PAU desde el Plano de Fano (modificado): Cuaderno XI, p. 1466
Grupos: Cuaderno XI, p. 1474
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Aproximaciones lógicas:
Desde el punto de vista combinatorio, la tríada superficial [y también la profunda] solo puede distribuirse de 6 maneras distintas (figura adjunta), de las cuales, 3 son dextrógiras (Dx) y 3 son levógiras (Lv). [lo propio sucede con las profundas] Las tríadas profundas tienen un sentido de giro inverso a las superficiales.
Estos 6 patrones nos dicen de las distintas formas posibles en que se pueden relacionar estas 3 contexturas, respetando un orden determinado. Estos patrones están distribuidos de una manera no homogénea en todo el universo considerado.
Para que estos patrones se puedan formar debe haber un 'ciclo vigente'. ¿Cómo explica la Lógica Transcursiva este ciclo?
La explicación se basa en la 'conexión de Galois'.
La conexión de Galois es una estructura lógico-conceptual usada en álgebra abstracta para oponer dos conceptos, a través de otra oposición. Sin dar detalles podemos decir que esta estructura nos permite clasificar los hechos reales en sus distintas modalidades.
Nuestro PAU es una de estas estructuras, luego, analizándola nos dará información sobre la relación S/O.
Por otro lado, la conexión de Galois (y por tanto nuestro PAU) constituye una estructura llamada 'grupo', descubierta por Galois en el S.XIX (1832). Un grupo está definido por:
- Elementos constitutivos
- Elemento neutro
- Operación de composición
- Operación opuesta
De tal forma que un grupo es un conjunto de elementos reunidos por una operación de composición, que aplicada a unos elementos del conjunto, no vuelve a dar un elemento del conjunto (1ª característica); existe un elemento neutro que compuesto con otro, no lo modifica (2ª característica); existe, sobre todo, una operación inversa que compuesta con la acción directa (operación de composición), da el elemento neutro (3ª característica); finalmente, todas las composiciones son asociativas (4ª característica).
[continuará ... ]
¡Nos vemos mañana!
(En el capítulo de hoy seguiremos con algunos aportes generales, algo sobre lógica y algunos apuntes H. Bergson)
Dentro de las grandes corrientes filosóficas que pueden considerarse verdaderas, respecto de la lógica, surgieron dos tendencias francas en función de cómo encaran la lógica. Por un lado, está la que adhiere a la lógica 'fuerte', entre las que se encuentran la lógica aristotélica, la lógica formal, la lógica de la contradicción, y la lógica del límite; y por otro lado, aquella que debilitando la norma lógica, adhiere al criterio lógico del lenguaje, entre las que se encuentran las reglas de los lenguajes, la lógica de la negación, y la paralógica. Estas últimas constituyen la base sobre la que se edificó el pragmatismo.
La lógica en general, a pesar de haber sido, como hemos señalado, el aspecto ordenador de las grandes tendencias filosóficas, no ayudó a desentrañar los grandes planteos filosóficos de todos los tiempos, tales como, los universales, las categorías, la verdad, etc., demostrando que hasta hoy no ha cumplido muy bien con su supuesto rol de 'canon universal'.
Que no se haya logrado una respuesta final a los temas aludidos, no significa que la lógica sea un formalismo vacío; el éxito de la ciencia occidental así lo corrobora, pero también es cierto que esto se logró a costa de sacrificar la forma por guardar la materia, favoreciendo el ser, aunque no así, el pensamiento; en fin, privilegiando el objeto en desmedro del sujeto.
Este esquema metodológico es el que, variación más o menos, sustenta toda nuestra ciencia hasta nuestros días. Según esta visión, una de las formas que tiene el pensamiento para conocer al ser, es la deducción; es decir, yendo de lo particular a lo general. Pero el problema es que, en este caso, lo general nos impone una brecha insalvable entre la objetividad del ser y la subjetividad del pensamiento. El universo, a pesar de su infinita variedad, tiene algo que liga absolutamente todo: el ser, que se manifiesta a sí mismo como realidad objetiva. Es decir que, la realidad que nos muestran los objetos es siempre una, aunque aparezca como diversa. Esto es como decir que el ser es universal.
La universalidad del ser carece de propiedades; es totalmente indiferenciada y entonces, las distintas apariencias con que convivimos a diario, son solo expresiones más o menos particulares de un sustrato subyacente único.
Esta ambigüedad de lo general o universal nos hace caer, necesariamente, en un dualismo (ver tabla en el capítulo 269)
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Aportes de H. Bergson en "La evolución creadora"
p#17 Hablando sobre cómo percibimos la continuidad real, da un ejemplo muy adecuado. "Donde hay una fluidez de matices fugaces que se superponen unos a otros, percibe colores tajantes y, por así decirlo, sólidos, que se yuxtaponen como las diversas cuentas de un collar, y entonces, se ve obligada a suponer un hilo, no menos sólido, que mantenga las cuentas unidas. Más aunque, este sustrato 'incoloro' esté incesantemente coloreado por lo que lo recubre, en su indeterminación es como si no existiera para nosotros, pues, precisamente, solo percibimos lo coloreado, es decir, los estados psicológicos. A decir verdad, ese sustrato no es una realidad; es, para nuestra consciencia, una simple 'señal', destinada a recordarle en todo momento el carácter artificial de la operación mediante la cual, la atención yuxtapone un estado a otro, donde no hay más que el despliegue de una continuidad. Si nuestra experiencia se compusiera de estados separados, cuya síntesis tuviera que hacerla un Yo impasible, no habría, para nosotros, duración, pues mi Yo que no cambia , no dura {nada que no cambia, dura} y un estado psicológico, en las mismas condiciones, tampoco. Y entonces, por más que se alineen esos estados, unos junto a otros sobre el Yo que los sostiene, esos sólidos enfilados en algo sólido, jamás podrán dar una duración fluyente. La verdad {y aquí viene lo trascendente del párrafo} es que así se obtiene una imitación artificial de la vida interior, un equivalente estático {por jerárquico y transitivo} que se prestará mejor a las exigencias de la lógica y del lenguaje, precisamente, porque en él se habrá eliminado el tiempo {¡Igual que en toda la ciencia!} real. Más por lo que se refiere a la vida psicológica {psíquica}, tal y como se desenvuelve bajo los símbolos que la encubren {lógica y lenguaje}, se ve sin dificultad que el tiempo es su propio tejido." {su estructura}
p#18 "Nuestro pasado permanece presente en nosotros." {simultaneidad}
{La duración bergsoniana es para nosotros, la conjunción del tiempo externo y el tiempo interno}
p#19 Deja claro que no nos es posible 'vivir' dos veces la misma experiencia, pues, a pesar de ser dada en forma idéntica, en la segunda, ya nos encontramos en un nuevo momento de nuestra historia. Para que esto fuera posible, deberíamos borra el recuerdo de todo lo que ocurrió. Podríamos borrar el recuerdo de nuestra inteligencia {cognición}, pero no de nuestra voluntad. {que está soportada en nuestra estructura psíquica}
p#20 "Existir consiste en cambiar."
p#21 "Todas nuestras operaciones sobre los sistemas que la ciencia aísla se basan, en efecto, en la idea de que el tiempo no causa mella en ello."
"El tiempo abstracto "t" atribuido, por la ciencia, a un objeto natural o a un sistema aislado, solo consiste en un número determinado de correspondencia, {medidas} y ese número permanece invariable sea cual sea la naturaleza de los intervalos que separan dichas correspondencias."
p#22 Es como si todo el pasado, presente y futuro de los objetos materiales, o de los sistemas aislados fueran colocados de una sola vez en el espacio. {en el mismo punto físico} Nada habría que cambiar ni en las fórmulas del científico ni, incluso, en el lenguaje del sentido común. El número "t" significaría siempre lo mismo. Se contaría también el mismo número de correspondencias entre los estados de los objetos o de los sistemas y los puntos de la línea, ya completamente trazada, que ahora sería "el curso del tiempo."
p#25 Las propiedades vitales son menos estados que tendencias.
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Referencias en los apuntes, a tener en cuenta para el escrito:
Eidos: representación intencional de un objeto.
Grupo de Galois: Cuaderno IX, pp. 1206 y 1208
Funciones del lenguaje: Cuaderno IX, p. 1230
La realidad según el 'ojo' con que se la mire: Cuaderno IX, pp. 1234 y ss (Llinás)
¿Cómo apareció la actividad psíquica? Cuaderno IX, pp. 1250 y ss
Terminología relacionada con el PAU: Cuaderno IX, pp. 1262 y 1266
Puede ser importante para el PAU: Cuaderno IX, p. 1290
Peirce y la abducción: Cuaderno X, p. 1318
Categorías aristotélicas y el PAU: Cuaderno X, p. 1342
Probable 'autómata polilógico': Cuaderno X, p.1343
Semiótica de la neurona: Cuaderno X, p. 1370
Esquema general del trabajo: Cuaderno X, p.1371
Características semióticas del lenguaje: Cuaderno X, pp. 1372 y 1373
Descripción de nuestro psicocito: Cuaderno X, p. 1374
Conjuntos difusos: Cuaderno X, p. 1404
Evolución de la realidad: Cuaderno X, p. 1429
Algoritmo para simulación de la replicación del ADN: Cuaderno X, p. 1443
Composición de nuestro GEN (justificación): Cuaderno XI, 1453
Análisis del PAU desde el Plano de Fano (modificado): Cuaderno XI, p. 1466
Grupos: Cuaderno XI, p. 1474
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Aproximaciones lógicas:
Desde el punto de vista combinatorio, la tríada superficial [y también la profunda] solo puede distribuirse de 6 maneras distintas (figura adjunta), de las cuales, 3 son dextrógiras (Dx) y 3 son levógiras (Lv). [lo propio sucede con las profundas] Las tríadas profundas tienen un sentido de giro inverso a las superficiales.
Estos 6 patrones nos dicen de las distintas formas posibles en que se pueden relacionar estas 3 contexturas, respetando un orden determinado. Estos patrones están distribuidos de una manera no homogénea en todo el universo considerado.
Para que estos patrones se puedan formar debe haber un 'ciclo vigente'. ¿Cómo explica la Lógica Transcursiva este ciclo?
La explicación se basa en la 'conexión de Galois'.
La conexión de Galois es una estructura lógico-conceptual usada en álgebra abstracta para oponer dos conceptos, a través de otra oposición. Sin dar detalles podemos decir que esta estructura nos permite clasificar los hechos reales en sus distintas modalidades.
Nuestro PAU es una de estas estructuras, luego, analizándola nos dará información sobre la relación S/O.
Por otro lado, la conexión de Galois (y por tanto nuestro PAU) constituye una estructura llamada 'grupo', descubierta por Galois en el S.XIX (1832). Un grupo está definido por:
- Elementos constitutivos
- Elemento neutro
- Operación de composición
- Operación opuesta
De tal forma que un grupo es un conjunto de elementos reunidos por una operación de composición, que aplicada a unos elementos del conjunto, no vuelve a dar un elemento del conjunto (1ª característica); existe un elemento neutro que compuesto con otro, no lo modifica (2ª característica); existe, sobre todo, una operación inversa que compuesta con la acción directa (operación de composición), da el elemento neutro (3ª característica); finalmente, todas las composiciones son asociativas (4ª característica).
[continuará ... ]
¡Nos vemos mañana!