Acerca de...


Este lugar de encuentro surge de la necesidad de compartir.

Más allá de servir en un futuro mediato como plataforma de dictado de cursos que estarán dirigidos a distintos niveles del quehacer formativo, el espíritu fundamental de su existencia es el ser educativo para el ámbito académico-científico.

Tenemos que aprender

Quizás pueda parecer obvia la afirmación anterior sin embargo, a poco que analicemos nuestro desempeño, que nos analicemos realizando nuestro trabajo habitual, seguramente encontraremos algunos ‘baches’. Alguien dijo que todo trabajo se debe hacer con arte, pasión y oficio. El oficio es el que adquirimos en la Universidad y en nuestra experiencia cotidiana; el arte es la supuesta condición natural que todos tenemos para afrontar una determinada tarea con mayor facilidad que otros; pero pasión, amor por lo que se hace, por cómo se hace, ya es más difícil de determinar. El amar lo que uno hace, el tener pasión por ello, permite que todo nuestro trabajo sea creativo. Cuando el trabajo se convierte en una pesada obligación, en donde el único objetivo es ganar algún dinero, termina transformándose en un medio de conseguir divisas que, fuera de lo mínimo requerido para el sustento propio y de nuestras familias, son empleadas para adquirir y consumir todo aquello superfluo que no somos capaces de crear.

Poner pasión en lo que hacemos es aprender a compartir. Compartir nuestra creación. La actividad académico-científica tiene que ser más rica que la sola preocupación administrativo-burocrática en donde, fuera de los ‘conocimientos’ que podamos capitalizar, termina primando lo político, lo ideológico o lo religioso. La actividad académico-científica tiene que tener un sentido con el otro, en el otro, por el otro y no de compartimento estanco que se acabe en nosotros mismos. Debemos compenetrarnos del quehacer creativo de nuestro par, para que él lo haga del nuestro. Para que los abismos personales sean alguna vez erradicados, los invito a Aprend3r.


Dante Salatino (1949-2022) ✟