"La realidad es una mera ilusión, aunque muy persistente." Así concebía nuestra realidad, quien nació un día como hoy, pero de 1879. También, por supuesto, así consideraba el tiempo, en el que descartó la división absoluta entre el pasado y el futuro, por un presente universal o 'ahora'. A pesar de sus recomendaciones, aún hoy seguimos confundidos y eso, básicamente, se lo debemos a nuestro lenguaje. Las palabras 'pasado' y 'futuro' permiten, de una manera algo ambigua, indicar la 'dirección' de la 'flecha del tiempo', pero de ninguna manera establecen una división neta. Lo mismo ocurre cuando hablamos de 'norte' y 'sur', porque estas palabras pueden significar o bien lugares o bien direcciones en el espacio. Además, existe una asimetría entre norte y sur, por el simple hecho de que la tierra gira. Esta asimetría nos la indica la flecha de la aguja de una brújula, que en este caso, cumple la misma función que la...