Despedida

Si hoy fuera el último día que pudiera ver, oír o sentir próximos a mis afectos, a mis seres queridos, a mis amigos, les diría: gracias. Gracias por permitir que mi corazón tuviera un motivo para latir. Gracias por hacer posible que mi espíritu pudiera volar en libertad. Gracias por hacer que mis ansias de conocer se vieran facilitadas por su generosidad. Gracias por acercarse a mi por lo que fui y no por lo que tuve. Gracias por acompañarme un largo trecho en este sinuoso camino que es la vida. Gracias por hacerme más fáciles los momentos difíciles, y enormemente más placenteros los lindos momentos, que los hubo, y que me tocaron vivir junto a ellos. Gracias por darle sentido a mi vida, y en fin, gracias por haberme hecho sentir querido y por el recuerdo que guardarán de mi. Todo este inmenso tesoro es lo único que llevaré conmigo después del último día.

                                                                                  

¡Gracias!


Dante Roberto Salatino