CleCi 2014 (I)

Acaba de celebrarse un nuevo Coloquio Internacional CLeCi: Conceptos y Lenguajes en Ciencia. Modelos, Objetos y Entornos Epistémicos - 4 y 5 de Diciembre de 2014, en el Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidades, Universidad de Valparaíso - Chile; en el cual participamos con un trabajo sobre Lógica Transcursiva.


El trabajo presentado, "Ficciones, solo ficciones" pretende mostrar que el grado de realidad de los hechos se mide en función del lenguaje que los describe. A continuación, y en tres entregas, se publica el contenido de la presentación.


FICCIONES, SOLO FICCIONES

Dante Roberto Salatino
Resumen

Como resultado de una prolongada investigación me sumergí en una travesía conceptual que me mostró cuan distante está nuestra realidad de la que nos revela la ciencia haciendo uso del pensamiento lógico, y aún, de la que nos proporciona el sentido común. Pude demostrar (Salatino, 2009, 2012, 2013) que la realidad de los hechos se mide en función del lenguaje que los describe. Un modelo relacional dinámico no inferencial, llamado Lógica Transcursiva (LT), me permitió descubrir nuevas reglas de juego que surgen cuando nos atrevemos a desplazarnos fuera de nuestra monocontextura (el universo binario que nos contiene); esas que impiden a un observador tradicional describir lo que ocurre en nuestra realidad utilizando reglas convencionales. En este trabajo y basados en sólidos conocimientos neurobiológicos (Salatino, 2013), pasaremos revista a los procesos psíquicos que soportan el pensar, la consciencia y el lenguaje que nos permite comunicar los hechos, que para nosotros, son reales; esto es, vamos a hablar científicamente sobre la realidad subjetiva y su justificación.

Palabras claves: modelos, lógica, psiquis, subjetividad

LA EMULACIÓN COMO MODELO

Simular un comportamiento aparente es todo lo que podemos hacer mediante modelos matemáticos. Su utilidad se restringe a predecir con cierta aproximación lo que sucederá en esa ‘porción de la realidad’, ante condiciones similares planteadas con antelación. Desde hace bastante tiempo y mediante la utilización de herramientas provistas por la Inteligencia Artificial (IA) (lógica difusa, redes neuronales artificiales, algoritmos genéticos) es posible lograr, a veces, mejores resultados que cuando se utiliza el cálculo infinitesimal. Por ejemplo, el uso de algoritmos genéticos para calcular funciones no derivables o de derivación muy compleja; o en la Teoría de juegos, para resolver equilibrios como el de Nash (en los juegos no cooperativos), o en el análisis lingüístico para eliminar la ambigüedad del significado.

En cualquier caso, siempre estamos hablando de simulación, es decir, de una ‘caja negra’ que evidencia un comportamiento aparente, pero que no nos dice absolutamente nada sobre los procesos que subyacen, y que precisamente, son los que determinan el comportamiento observado.
Por lo anterior, cuando el objeto de estudio pertenece a la realidad subjetiva (Salatino, 2009, p. 111), como por ejemplo: el lenguaje natural de gran arraigo biológico, el conocimiento como tal, el pensamiento o el comportamiento social; la utilización de modelos matemáticos o los derivados de la IA pierden terreno práctico, dado que en todos estos casos estamos tratando con aspectos cualitativos y no cuantitativos. Un modelo es útil para estudiar el comportamiento de la realidad subjetiva, solo si se puede emular dicho comportamiento, entendiendo por esto la posibilidad de sugerir el funcionamiento lógico de los mecanismos íntimos que determinan un comportamiento específico; en este sentido fue diseñada la LT.

LÓGICA TRANSCURSIVA

Hay varias maneras de presentar una lógica, como las hay para abordar una geometría; aquí, será definida no como un conjunto de valores de verdad caracterizados por teoremas o fórmulas válidas, sino por las interrelaciones (las interacciones organizativas) que guardan los componentes obligados de la realidad subjetiva: el sujeto (S) y el objeto (O).

Según Batens (2010, p.7) las verdades lógicas son efectos secundarios de lo que constituye un argumento lógico válido y donde las conclusiones derivan de sus premisas o son su consecuencia. Esto define la ‘verdad relativa’; relativa a una convención como lo es un silogismo o una inferencia.
La LT en cambio trata con la ‘verdad absoluta’, vale decir, aquella que surge cuando un sujeto le encuentra sentido (y no significado) a la realidad circundante, para poder sobrevivir. De lo anterior surge que la LT está ligada, indefectiblemente, con lo que tiene vida, es decir, con el sujeto y su subjetividad. Esta lógica es un modelo relacional dinámico no inferencial sustentado en el cambio o transformación que está en vigencia cuando se establece una interrelación entre el par de actores reales: S/O. El cambio o transformación opera a dos niveles: a) el superficial y aparente, de naturaleza discreta o binaria; y b) el profundo y oculto de naturaleza continua.

Los actores y los cambios que los ligan conforman la base cuaternaria y policontextural de esta lógica, que no trabaja con valores de verdad, sino con ‘nichos ontológicos’ (continentes) (Salatino, 2008, p. 94) ensamblados según un ‘lenguaje universal’ (LU) definido estructuralmente, por un grupo y funcionalmente, por una conexión de Galois.

FILOGENIA

La LT deriva de la conjunción de una serie de propuestas lógicas que atienden a distintos aspectos de la realidad aparente. Esta influencia se la puede dividir en dos tipos: a) indirecta, la que da la base de su aspecto estructural; y b) directa, que sustenta su aspecto funcional. La única excepción a la regla anterior es la lógica aristotélica que, más allá de ser el origen común de todas las influencias estructurales, su acción directa es compuesta, pues aporta tanto a la estructura como a la función, y mucho más importante aún, liga la subjetividad a la vida, ya que en su definición de la metáfora por analogía da la base lógica del código genético o de la vida, la característica subjetiva por antonomasia. (Figura 1)


Fig. 1 FILOGÉNESIS DE LA LÓGICA TRANSCURSIVA

Aristóteles, estableció las dos formas básicas de argumentación científica: deducción e inducción. Este fue su aporte estructural. Surgieron dos alternativas argumentativas a lo anterior, una fue la Hegel (1812/16) que sintetiza, estructuralmente, lo general y lo particular en lo individual mediante su Dialéctica; y la otra la de Peirce (1878), el que parte de los resultados para elegir, intuitivamente, una regla que surgida de fenómenos observables permita explicar (hipótesis) los fenómenos no observables (abducción).

Günther modifica la propuesta estructural de Hegel introduciendo su ‘lenguaje negativo’ o con más de una negación; es decir, más allá que lo general y lo particular coexistan y ciclen constituyendo una reflexión, lo hacen migrando a otra contextura (o continente), a la cual se accede mediante una negación distinta cada vez. Galois no modifica en absoluto la propuesta de Peirce, pero incluye en su concepción de grupo la posible ‘adjunción’ (simultaneidad) entre ‘inversas generalizadas’, similar a la adjunción entre generalidad (lo universal) y vaguedad (lo existencial) presente en la pragmática peirceana.

Descubierta por Galois en 1832, el grupo es un conjunto de elementos reunidos por una operación de composición que aplicada en algunos elementos del conjunto, nos vuelve a dar un elemento del conjunto (1ª característica). Existe un elemento neutro que compuesto con otro, no lo modifica (2ª característica). Existe una operación inversa que compuesta con la operación directa (composición), da el elemento neutro (3ª característica), y finalmente, todas las composiciones son asociativas o independientes de su agrupamiento. Estas características hacen del grupo un prototipo de estructura, dado que no surge de los propios elementos constitutivos, sino de las interrelaciones entre ellos.
La LT, influenciada por todo lo anterior, define una estructura que permite dar cuenta de la ligadura evidente (superficial o directa) entre S y O, pero también, de una de naturaleza profunda u oculta, la cual guarda con la anterior una triple relación de oposición, complementariedad y concurrencia o simultaneidad, definiéndose de esta manera, dos niveles perfectamente delimitados. (Figura 2)



Fig. 2 ASPECTOS ESTRUCTURALES DE LA LT

Desde el punto de vista funcional, la LT recibe una influencia directa de las teorías anteriores, aportándole cada una su dinámica particular.
Podemos leer en la Poética de Aristóteles (Capítulo XXI: 1457b):

Explico la metáfora por analogía como lo que puede acontecer cuando, de cuatro cosas, la segunda permanece en la misma relación respecto a la primera como la cuarta a la tercera; entonces se puede hablar de la cuarta en lugar de la segunda, y de la segunda en vez de la cuarta

Es decir, la segunda es a la primera como la cuarta es a la tercera. Esto tiene la relevancia de expresar dos oposiciones por complementariedad, que además de ser el germen de toda la lógica aristotélica, si a estas oposiciones las hacemos coexistir (soslayando el principio de no contradicción), dan la base estructural y dinámica de la lógica policontextural tetravalente que representa la LT. El Código Genético (aunque parezca increíble) está estructurado con la misma lógica.

Hegel plantea la coexistencia de los opuestos animados de una dinámica (reflexión) propiciada por una negación de la negación (devenir) que permite, no la anulación operada por la lógica aristotélica, sino la supresión y la conservación al mismo tiempo (aufheben); la dinámica que adopta la LT en sus dos niveles.

Para Peirce, la lógica en su sentido general, es otro nombre para la semiótica. Trata de elaborar una doctrina formal de las condiciones que debe satisfacer todo discurso para tener sentido; nos enseña que la morfología de este ‘decir’ es independiente de toda verdad. La LT toma esto como ‘verdad absoluta’; o sea, el encontrar sentido a un hecho, y distribuye sus condicionantes de una manera similar a Peirce (en cuatro cuadrantes o nichos ontológicos).

Günther definió una matriz de tres identidades distribuidas en sendas monocontexturas que describen mundos diferentes: el mundo objetivo (el del objeto), el mundo objetivo reflexionado (el del sujeto y la volición), y el mundo de la doble reflexión (el de lo subjetivo con su aspecto cognitivo); a los cuales se accede mediante sendas negaciones. Este sistema evoluciona (tiene una historia). Luego de la tercera negación, todo vuelve a comenzar después de un cierto tiempo. El ciclo entre estas identidades de reflexión, constituye una heterarquía (son simultáneas). Así queda definida la lógica policontextural trivalente o transclásica de Günther, la cual es adoptada, con los debidos ajustes, por la LT.

Un par de functores adjuntos entre conjuntos parcialmente ordenados se llama conexión de Galois. Pero, yendo más allá de lo estrictamente matemático, se puede decir que es también una manera particular de oponer dos conceptos a través de otra oposición, estableciendo así una relación de oposición concurrente, es decir, en donde ambos elementos, a pesar de ser excluyentes para la lógica clásica, estén presentes al mismo tiempo. Esto permite su comparación y el establecimiento de un grupo, que ya vimos. Esta interpretación de la conexión de Galois posibilita establecer una relación entre lo objetivo (lo conocido) y lo subjetivo (lo desconocido), lo cual se logra dado que esta dinámica permite ‘ciclar’ por los distintos elementos constitutivos del grupo, sin que estos se modifiquen.

[continuará ... ]