CleCi 2014 (III)

Ficciones, solo ficciones (continuación)

Hasta aquí lo superficial de la especie, que deja constancia de la apariencia de la realidad subjetiva. Pero cuando la unidad de los elementos superficiales, la relación entre objetos, se integra con el nivel profundo (por el pliegue temporal), se convalida un ritmo propio, independiente y oculto (cambio profundo - VP), que no se corresponde con lo objetivo, sino con el sujeto, al cual, por una serie de semejanzas con lo superficial, le otorga individualidad asignándole su identidad subjetiva (sujeto con sus vertientes profunda y superficial - PSS). Otro tanto ocurre con el objeto (con sus vertientes profunda y superficial - POS), el cual alcanza su individualidad como elemento extra-psíquico, aunque en este caso, a través de las diferencias previamente establecidas. Finalmente, el cambio o la transformación en sí misma adquiere también su identidad al poder integrar una dinámica aparente o externa a una dinámica interna (el cambio con sus vertientes profunda (VP) y superficial (VS)). Todas estas etapas, en la realidad subjetiva, se dan en forma simultánea.

La figura 9 es un apretado resumen de todo lo dicho sobre el pensamiento. Por otro lado, muestra las relaciones que mantienen los procesos psíquicos superficiales, profundos e indirectos que llevan a la comprensión, con los aspectos estructurales y funcionales de la psiquis. Analicemos esto con algún detalle, guiándonos por la figura 8.


Fig. 8 PROCESOS PSÍQUICOS

PROCESOS PSÍQUICOS SUPERFICIALES

- APRENDER (APREHENDER): está relacionado con los cambios y es el que se da en el momento de la percepción.

- ENTENDER: es el análisis o división de la realidad en categorías transcursivas; esto es, en los distintos sistemas reales, para dejar plasmado un hecho en una idea. Forma la parte superficial de una especie.

- EXPLICAR: tiene que ver con: a) la inferencia o la aplicación de los principios de la lógica tradicional, y b) la asociación o implicación en base a experiencias y conocimiento previos. Está relacionado con el manejo de conceptos a través del significado.

PROCESOS PSÍQUICOS PROFUNDOS

- CONOCER: tiene que ver con las diferencias existentes entre los objetos. Es el que permite reunir todos los objetos dadas sus diferencias (es una disyunción), y por ejemplo, que la psiquis pueda determinar que el OS o el objeto externo percibido es distinto al SS o el propio sujeto considerado como objeto. Como producto del pensamiento explorador está directamente ligado al pensar volitivo por medio del cual origina una vivencia, es decir, una ‘encarnación’ de lo aprendido, en vista de cumplir con un determinado deseo.

- INTERPRETAR: tiene que ver con separar semejanzas relacionadas por un cambio o transformación no evidente o profunda (es una conjunción). Está relacionado con una especie psíquica, y por tanto con el sentido. Es el producto del pensamiento práctico y forma la parte profunda de una especie.

- COMPRENDER: es el proceso que comienza desde una especie ya constituida, y termina con la proyección de la estructura psíquica (la idea) en una función, el pensar cognitivo. Es el producto del pensamiento teórico o abstracto, por medio del cual es posible, luego de una reorganización interna de las vertientes subjetivas de los integrantes de todo hecho real, proyectar hacia la superficie el sentido encontrado a ese hecho, vale decir, un resurgimiento de la verdad, nuestra verdad, esa que permite responder desde lo subjetivo, no solo con la voluntad sino también con una estrategia, a los planteos que nos propone el entorno psíquico. Finalmente, comprender es lo que afianza, en nuestro sentir, una creencia. La creencia es una afirmación funcional de la verdad; y la verdad aparece cuando un deseo es satisfecho y esto es coherente con alguna creencia.

LA COMUNICACIÓN (Salatino, 2012, p. 90)


La tabla anterior resume los fundamentos biológicos del medio comunicativo o lenguaje natural, pero además reafirma el concepto de que en el hombre se cumple, en lo que al lenguaje se refiere, la regla evolutiva de Haeckel: “la ontogenia recapitula la filogenia”, ya que integra todos los niveles biológicos (PAF), y por tanto, los distintos lenguajes naturales que de ellos derivan. Esto no significa otra cosa que el hombre, según lo propone la LT, da muestras de todos los niveles del lenguaje natural y por ende, de comunicación.

LENGUAJES Y PALABRAS (Salatino, 2013, p. 203)

Cuando en LT hablamos de lenguaje, nos estamos refiriendo al lenguaje universal (Salatino, 2009, p. 116), o ese marco de referencia que caracteriza todo cuanto acontece en la realidad planteada como una estructura dada por distintos sistemas y sus interrelaciones, dispuestas como un arreglo heterárquico de estructuras jerárquicas; por lo tanto, este lenguaje es patrimonio de todo lo vivo, es innato y se utiliza para proteger la vida (comunicación instintiva).

Pero, en el ámbito de la subjetividad existen otros lenguajes; uno que compartimos, en algunos aspectos, con los animales y que llamamos lenguaje natural (Salatino, 2012, p. 70); útil para transmitir en forma directa los afectos (comunicación emocional). En el hombre es adquirido biológicamente, en los primeros 18 meses de vida; es inconsciente (no elaborado) y puede modificarse con la experiencia.

El otro lenguaje, exclusivo del hombre, es el lenguaje convencional; aquel que se adquiere socialmente por imitación a partir de los 18 meses; es consciente y elaborado y se ajusta estrictamente a normas socio-culturales. Su función: inducir afectos en el otro (comunicación emotiva). La figura 10 resume lo anterior y lo integra a la ontogénesis psíquica.


Fig. 10 LENGUAJES DE LA SUBJETIVIDAD

BASES PSÍQUICAS DEL LENGUAJE (Salatino, 2013, p.223)

Algunas definiciones útiles:
Subjetivón (patrón lingüístico universal): es cada uno de los dominios en que se estructura la realidad subjetiva y representa la base de las distintas formas de ‘ver la realidad’.
Lengua Materna Universal (LMU): dice de cómo se ve la realidad desde el punto de vista psíquico.
Lengua Materna Natural (LMN): dice de cómo se ve la realidad desde el punto de vista biológico.
Lengua Materna Convencional (LMC): dice de cómo se ve la realidad desde el punto de vista social.
La LT estructura una lengua en la psiquis siguiendo un criterio genético y define de qué manera se relaciona esa estructura con los procesos psíquicos, los sistemas reales, el lenguaje natural y la unidad respectiva (figura 11).

Fig. 11 DISPOSICIÓN PSÍQUICA DE UNA LENGUA

PROCESOS OPERATIVOS (Salatino, 2013, p. 197)

Los procesos operativos (figura 12) dependen directamente de los pensamientos pragmáticos (reproductor, lógico e intuitivo), porque representan la única forma de explicitar nuestros pensamientos, mediante el comportamiento y la conducta.

Guiándonos por la figura siguiente, veamos cómo funciona nuestro aparato psíquico según las circunstancias. Así, si observo y luego relato, lo hago mediante el lenguaje natural (comunicación afectiva) y estoy expresando un conocimiento producto de una vivencia, aunque para ello utilice el discurso; si observo y luego describo, lo hago mediante el lenguaje convencional y estoy interpretando, es decir, dándole sentido a un hecho y comunicándolo respaldado en sólidas argumentaciones. Si relato y luego describo, estoy haciendo una observación sobre algo aprendido que incrementó mi conocimiento, o sea, estoy narrando según un saber práctico; si describo y luego relato, estoy narrando según mi entendimiento una idea asida por intuición (estoy creando). En cambio, si relato y describo al mismo tiempo (narro) estoy haciéndolo desde el lenguaje universal, y manifestando una comprensión mediante un pensamiento.


Fig. 12 PROCESOS OPERATIVOS

Observo para aprender, describo para explicar, relato para entender. Luego, si me expreso es porque conozco, si uso el discurso (en cualquier modalidad) es porque interpreto, y si narro es porque comprendo.

Cuando observo desde el lenguaje natural, sé; cuando relato desde el lenguaje universal, intuyo (imagino); cuando describo desde el lenguaje convencional, colijo; esto es, infiero, deduzco, concluyo, conjeturo o argumento.

CONCLUSIONES

La descripción tiene una connotación espacial y es de naturaleza estática, mientras que el relato está supeditado a lo temporal cronológico y muestra una dinámica afectiva superficial y abigarrada. La narración, por su parte, al estar regida por el tiempo interno o psíquico, denota la actividad manada de la comprensión de un cambio o transformación. En estas definiciones no son tenidos en cuenta los detalles habituales invocados para determinar el género literario respectivo, sino más bien solo el arreglo implícito entre el autor (él mismo o a través de sus personajes), el que narra, relata o describe y el lector, más allá que se utilicen distintos recursos lingüísticos para poner esto en evidencia. Siendo consecuentes con la propuesta transcursiva de la psiquis, debemos decir que las tres instancias anteriores (autor, narrador y lector) son en realidad, solo uno y el mismo sujeto. Estas tres instancias representan, ni más ni menos, las etapas evolutivas por las que pasa nuestra psiquis en su desarrollo, y en las situaciones que se dan cotidianamente en una psiquis normal, cuando tiene que lidiar con los tres sistemas reales. La novela, una comunicación científica o cualquier otro género discursivo complejo (Bajtín, 1982, p. 248) no es más que el registro concreto de una fantasía que pretende dar a conocer una versión superficializada de nuestro funcionamiento psíquico. Tan cierto es lo que acabo de afirmar que bastaría con revisar algunos de los clásicos de distintas épocas y de distintos géneros para comprobar que un autor determinado proyectó en su obra abundantes evidencias del modo de elaborar su relación con el mundo, y en no pocas ocasiones, marcados rasgos clínicos de severas alteraciones psíquicas.

Se debe tener en cuenta que la narración constituye la expresión de un pensamiento producto de un proceso de comprensión, y como tal, permite ‘construir’ una historia o esa estructura temporalizada que es abordada desde la simultaneidad psico-bio-socio-cultural, propia del hombre. Dadas estas características tan particulares de lo narrativo, es que no existen historias ‘reales’, sino solo ‘ficciones’. Esto último que puede resultar chocante y hasta grotesco, se funda en que nadie puede transmitir su experiencia individual; en el mejor de los casos, puedo generar en mi interlocutor, un estado afectivo similar para favorecer un ambiente empático, pero nada más. Tal vez se me podrá achacar un alto grado de necedad por no considerar las tan comunes historias basadas en ‘hechos reales’, que reproducen a veces pulcramente lo sucedido. Por supuesto que estas historias existen, pero dado que necesariamente, deben ser escritas o narradas por alguien, que hasta pudo estar involucrado en esos ‘hechos reales’, tal narración no deja de ser una ‘mirada’ individual que trata de ‘retratar’ lo sucedido tanto a él, como a los demás. Esta composición no es más que eso, ‘un retrato’, que será a lo sumo interpretado por el interlocutor ocasional, pero jamás comprendido. Solo es posible comprender la experiencia individual; más todo lo que nos viene ‘desde afuera’ se comporta psíquicamente como una fantasía o como una ficción que permite satisfacer momentáneamente nuestros deseos y dar rienda suelta a nuestras creencias, lo que intuitivamente, es suficiente para complacer nuestro ego.

Solo hay una historia real, nuestra propia historia; las demás hasta pueden tener personajes que existieron objetivamente, pero eso no las hace reales, solo alcanza para plantear nuestro punto de vista superficial y lógico sobre las relaciones que se dieron en un lugar y en un tiempo determinados entre distintos personajes.

Cuando describimos o relatamos, usamos obviamente, la palabra convencional, sin embargo, cuando narramos usamos la palabra psíquica y la biológica, el nexo esta última entre la psiquis y lo convencional.

La palabra biológica es la que permite, por ejemplo, escribir o hablar por lo que está ligada con exclusividad a lo volitivo; mientras que la palabra psíquica la usamos como instrumento de la comprensión, lo cual la liga irremediablemente a la cognición, es decir, al pensamiento. Finalmente, la palabra convencional es el único medio que posee el humano para transmitir sus ‘ficciones’.

REFERENCIAS

Bajtín, M. (1982) “El problema de los géneros discursivos”, en Estética de la creación verbal. Argentina: Siglo XXI editores.
Batens, D. (2010) “Adaptive Logics and Dynamic Proofs. Mastering the Dynamics of Reasoning, with Special Attention to Handling Inconsistency. Descargado 25/10/2014 http://logica.ugent.be/adlog/toc.pdf
Llinás, R. R. et al. (1994). “Content and Context in Temporal Thalamocortical Binding” - En Temporal Coding in the Brain, Buzsáki, G. et al. (editores), Springer-Verlag Berlin Heidelberg, pp. 251-272.
Salatino, D. R. (2008). “Realidad, lenguaje natural y una lógica alternativa”. Anales de Lingüística – Universidad Nacional de Cuyo – Facultad de Filosofía y Letras – Instituto de Lingüística – Centro de Estudios Lingüísticos (Tomo XXVII-XXVIII-XXIX: 2005-2006-2007): 75-106. Mendoza, Argentina: Editorial FFL. ISSN: 0325-3597.
Salatino, D. R. (2009). “Semiótica de los sistemas reales” - Tesis Doctoral en Letras especialidad Psicolingüística por la FFyL - UNCuyo, Mendoza, Argentina.
Salatino, D. R. (2012). “Aspectos psico-bio-socio-culturales del lenguaje natural humano. Introducción a la teoría psíquica del lenguaje” - Mendoza, Argentina - Desktop Publishing, ISBN: 978-987-33-2379-9.
Salatino, D. R. (2013). “Psiquis – Estructura y Función” – Mendoza, Argentina – D.P., ISBN: 978-987-33-3808-3


En la jornada de clausura de CleCi 2014, una experiencia gratificante y empática, en donde pude dar a conocer algunas de mis ideas.