Nos ha dejado una mente brillante

El título de este artículo, nada original por cierto, ya que debe ser casi idéntico a cientos de publicaciones de todo el mundo, no deja de ser intensa y dolorosamente verdadero.

Ayer me enteré por las noticias que dejó de existir, junto a su esposa, como consecuencia del accidente de tránsito en el que estuvo involucrado el taxi en el que se trasladaban; John Forbes Nash tenía 86 años.

Mi contacto con sus ideas, más allá del tenue panorama que se pinta en la película de Ron Howard, que por supuesto he visto ya varias veces y la seguiré viendo muchas más, surge cuando escribí en el capítulo 4 de mi libro PSIQUIS - Estructura y Función (que puede ser descargado desde este sitio), sobre la Filogénesis del aparato psíquico, y en donde propongo sustentado, en parte, en las ideas de Freud, sobre la injerencia de la figura del padre ancestral en la herencia de ciertos patrones relacionales (facilitaciones heredadas de Freud), como son: el principio de displacer, considerar propio lo satisfactorio, la tendencia al orden desde el desorden, la necesidad de identificaciones basadas en un desequilibrio estable, entre otros.

Alguno de estos patrones filogenéticos aparecen luego que en la especie desaparece en forma real o figurada el sistema del padre original y se redistribuyen los vínculos, aunque, bajo la luz de su ausencia se producen los múltiples cambios, leyes y convenios que generan la compleja tendencia a lo social con sustento en lo tradicional o en la herencia social.

Esta diferencia entre el sistema ancestral y el actual cumple, de alguna manera, con la ley del equilibrio de Nash. Nash, en 1950 define los juegos no cooperativos, en su tesis doctoral, lo cual se contrapone con lo establecido por la teoría clásica de los juegos, en donde se analizan las distintas condiciones entre jugadores hipotéticos con el fin de cooperar entre todos para lograr mejores resultados. Nash establece que en los juegos puede haber ausencia de cooperación por lo que cada jugador actúa independientemente y en forma simultánea con los demás, lo cual predice una acción que no es racional. Describe en su teoría una serie de puntos de equilibrio que constituyen el conjunto de todos los pares de 'buenas estrategias' que se dan en oposición; estos puntos de equilibrio se pueden calcular mediante una 'inducción inversa', o algo similar a una abducción, con lo cual podemos afirmar que el 'equilibrio de Nash' responde al lenguaje universal propuesto por la Lógica Transcursiva, o la herramienta y método de investigación de los fenómenos subjetivos.

Les dejo una réplica de la Tesis Doctoral de Nash, que presenta algunos detalles no técnicos dignos de destacar. Son solo 32 hojas escritas a máquina, con todos los símbolos matemáticos hechos a mano y solo dos referencias bibliográficas: una al libro de von Neumann (el padre de la teoría de juegos) y otra a un trabajo suyo, de menos de 30 renglones, en donde propone su 'equilibrio' y que fuera publicado muy poco antes, en el Proc. N. A. S, 36 (1950). Como vemos, no siempre cantidad es sinónimo de calidad, ni pulcritud sinónimo de excelencia.