Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 115)

Cuaderno V (páginas 687 a 692)

(Presentamos hoy el borrador de parte del primer intento de un trabajo que trata de unificar, de alguna manera, lo visto hasta ahora a lo largo de tres años. Esto ocurrió en Noviembre del 2004.)

Introducción

Si se pretende plantear un nuevo enfoque de la Inteligencia Artificial, o pensar en aparatos dotados de un comportamiento evolutivo y adaptativo (dinámico), es importante establecer un marco de referencia que, aunque no defina formalmente (no sea una teoría) el escenario en donde se pueda dar tal planteo, por lo menos establezca los puntos básicos que serán tomados como parámetros relacionados a la emergencia de un fenómeno que simule lo evolutivo y adaptativo (lo vivo), y el surgir en él, de un nivel jerárquico de coordinación (la psiquis), integrados ambos en un único sujeto.

Esto necesariamente obliga a fijar determinadas posturas que, en este trabajo, no están relacionadas con una corriente filosófica definida, por dos razones: 1) no poseo la competencia para hacerlo, y 2) no es objeto de esta investigación asumir la tarea de dirimir viejas contiendas, que en última instancia, carecen de sentido práctico.

Cuando hablo de posturas, digo de mi parecer para cumplir un cometido ante elementos que me serían fundamentales a la hora de dejar en claro cuál es mi visión de conjunto. En ningún caso estos elementos llevan la pretensión de constituirse en definiciones de lo que intentan caracterizar, y mucho menos, sentar precedente como para ser encasillados en algunos de los '...ismos', tan típicos del pensamiento occidental, pero que aún no logran aclarar cuestiones básicas como la vida, la muerte, la mente, y otras menudencias. No pretendo justificarme, simplemente no me voy a ajustar al 'rigor científico' que reclama la filosofía actual, aunque esto no significa que no manifieste un cierto grado de acuerdo con el parecer de muchas mentes preclaras de la historia del pensamiento, y que son tomadas como referencia y apoyo en distintos temas.

Aclaradas estas cuestiones, el fijar posturas me llevará por un camino de no muy fácil tránsito, pero que a riesgo de darme la sensación de haber perdido el rumbo, pues tienen que ver con el mundo de la computación o la informática, me pintarán un panorama sólido y coherente en donde posteriormente basaré las pautas de una posible simulación y modelización de un artefacto inteligente por derecho propio.

Voy a fijar una postura concreta frente a los siguientes conceptos: vida, ambiente, entorno, frontera, realidad, evolución. En este marco definido desarrollaré la caracterización de la percepción, la estructura psíquica, el tiempo, la consciencia, la atención; para finalmente, haciendo uso de herramientas del mundo de la computación (códigos genéticos, redes neuronales, lógica difusa), proponer un modelo y simulación de un nuevo aparato inteligente.

Lo vivo:

Intuitivamente entendemos como vivo todo aquello que se mueve por determinación propia, en forma autónoma; por eso un robot nos produce la ilusión de 'algo vivo', como también todo aquello que dispone de un 'lado interno' que aunque no podamos explicarlo, somos conscientes de un aspecto que indudablemente existe, pues lo encontramos en nosotros mismos y es evidente y obvio que estamos vivos.

Es más, nos damos cuenta que lo único que nos distingue de la materialidad inerte es que, tanto nosotros como nuestros semejantes y en general todo lo que se mueve, dispone de este 'interior' al que asignamos, creencias y religiones de por medio, distintas características que no analizaremos aquí, pero que en definitiva todos coincidimos en que es lo que nos separa, como también a todo lo vivo, de una roca.

Coincidiendo con J. de Rosnay, en que toda generalización es apresurada, cuando me refiero a 'todo lo vivo', en realidad estoy hablando, siempre en forma intuitiva, de lo que se mueve; aunque sé que una planta también es algo vivo, no me es tan evidente que se mueva, y no me queda claro lo del 'lado interno'. Por otro lado, a nuestro robot que por unos instantes le asignamos algo de vida, queda desvirtuado porque la condición de su 'lado interno' (que también lo tiene) no se ajusta a la autonomía y autodeterminación que debe poseer ya que, todos sabemos que su movilidad a pesar de que surja de 'determinaciones propias', en realidad es consecuencia de un conjunto de órdenes (programa) que le fue impuesto por alguien que sí está vivo.

Hay una continuidad entre la vida y este 'lado interno', y es por esta simple razón, que un robot no es 'algo vivo'.

Otra característica general que reconocemos en 'algo vivo' es su capacidad de reproducirse (auto-reproducirse), de dar vida, de generar una prole, una descendencia, un linaje que muy prolijamente mantiene la totalidad de las cualidades materiales evidentes e interiores de sus progenitores; y ahora sí, nuestro pobre robot desaparece por completo del escenario de lo viviente.

Ahora, comparar lo vivo con lo que no lo es, se hace insuficiente. Debemos tratar de captar  'lo vivo que hay en lo vivo', pero no con el objeto de explicar la vida, ni de resorberla, ni de resumirla, sino solo de dejarnos conducir hacia lo vivo. Para lograr esto es evidente que no podemos ceñirnos a la ciencia clásica, que recorrió sus exitosos caminos cabalgando en la simplificación, reduciendo lo complejo a lo simple, rechazando el desorden, lo aleatorio, lo singular e individual, y separando los objetos de su ambiente y del sujeto. Para ello mató animales para estudiar la vida, descuidando solo un detalle, que justamente el fenómeno que pretendía estudiar acababa siendo aniquilado.

Nos damos cuenta a poco de andar que lo vivo comporta una gran complejidad que trasciende el mero hecho de conocer, hoy día, los aspectos científicos - aunque nadie duda del tremendo avance que significa - del código genético, que esto es, si se quiere, un aspecto superficial al que nos hemos enfrentado al transitar 'lo vivo'.

La complejidad que estamos planteando opera en el fondo de este desafío. Este fondo complejo puede y debe aparecérsenos bajo dos aspectos que, la simplificación científica se empecina en contraponer: uno según el punto de vista de quien observa, y otro como el emerger autónomo de organizaciones entrelazadas que se influencian entre sí.

Siguiendo a E. Morin, podemos decir que lo vivo no tiene que ver con un incremento o multiplicación de cualidades físicas, sino que se soporta en un prodigioso encuentro complementario, concurrente y antagonista, de desorden/organización/orden.

Debe quedar claro que aquí, la participación del observador no está relacionada con la del observador ideal, abstracto y determinista de la física tradicional, sino que se trata del sujeto, de usted o de mí; alguien que dotado de un 'lado interno' está inmerso completamente en lo que trata de observar, lo vivo, con todo lo que esto implica (intelectual, cultural y socialmente), e interrogándose sobre su papel en esta relación cómo puede concebir lo vivo, que en definitiva, es lo mismo que concebirse.

El otro aspecto importante que tiene que ver con el hecho general que permite la existencia de la vida, es la imposibilidad de concebir lo vivo independientemente del entorno en el cual se manifiesta, ya que éste participa necesariamente de su 'lado interno' mientras sigue siendo simultáneamente exterior a él.

Si aceptamos lo planteado anteriormente, nos resultará sencillo ver que lo complejo de fondo no está orientado a lo elemental, en donde todo está claro, sino hacia marcadas incertidumbres e ignorancias. Algo complejo es no sólo un sistema físico multidimensional, sino también un individuo, un sujeto, algo vivo. La complejidad de la vida es una diversidad organizada (E. Morin). Lo vivo ostenta una marcada unidad: la identidad genética que es universal, sin embargo, en los mismos seres vivos existe una marcada diversidad.

[A pesar de lo errático del texto, su mala redacción, su innecesaria agresividad, y la falta de un objetivo claro, se puede ver en él atisbos de la Teoría final. Por otro lado, se rescata la osadía del primer intento.]



(J. A. Magariños de Morentin)
La historia de un sujeto acontece en un continuo existencial {tiempo externo}, su psiquis en cambio es un proceso evolutivo discreto (discontinuo) que se estructura a través de la recurrencia {tiempo interno}{el punto de contacto entre ambos es el Ahora (IRQ)}
{vivencias = signos existenciales}
Los signos sustituyen la realidad, por tanto, el sujeto se transforma en 'dueño' de su sistema de significaciones y eso le da calidad de humano.

{Símbolo podría ser la cosa material (estructural) y presente con su 'sentido' trascendente, atemporal e imponderable. (pensamiento)}

(F. de Saussure) "el símbolo tiene por carácter no ser nunca arbitrario" {El símbolo lingüístico es arbitrario. Tal arbitrariedad se refiere a la relación entre la materialidad (acústica o gráfica) de la palabra y su significado.
Hay, entonces, dos tipos de símbolos: 1) el del pensamiento (no arbitrario e individual), y 2) el del lenguaje (arbitrario y social). El paso de uno a otro se opera a través de la Gramática Universal.}

{La fecundación es el fenómeno existencial capaz de generar nuevos signos.}
{Para Descartes es importante solo que el habla funcione con independencia de los estímulos orgánicos, y en esta independencia, radica la calidad diferencial de lo humano.}

{Pensamiento: ¿sustrato automático del discurso mental?}

(Chomsky) "Cuando más se gana en conciencia, tanto más se pierde en instinto" {consciente/inconsciente - pensamiento/idea}
{El signo es materia prima de la autonomía psíquica}
{El signo es la estructura estructurante (conjunto de relaciones fundantes) capaz de producir la autonomía de la psiquis.}

{El lenguaje está anclado a la estructura de la psiquis.}

{La psiquis provee un número infinito de recursos (sistema), pero infinitas posibilidades de expresión, limitadas solo por la formación de ideas, siendo esto en parte individual e idiosincrásico (clausura dinámica individual), y en parte universal (clausura simbólica social) cuando se transforman en pensamientos y en lenguaje, bagaje común de la humanidad. La 'forma' de cada estructura psíquica de límites especificables, provee una 'unidad orgánica (el psicocito) articulando sus elementos básicos, y subyaciendo en cada una de sus manifestaciones individuales, que son potencialmente infinitas. (producción de efectos de simbolización - pensamientos)}

[Se muestran una serie de esbozos definitorios; algunos muy atinados, otro en cambio, con groseros errores. De todas maneras es interesante ver cómo, de una manera muy tímida y esquiva, aparecen algunas aproximaciones al núcleo central de la futura teoría.]

¡Nos encontramos mañana!