Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 182)

Cuaderno VIII (páginas 1093 a 1098)

(Continuamos con los apuntes sobre Lógica Transcursiva)

Contestemos la pregunta hecha en el capítulo anterior: ¿Cómo es posible definir dos sistemas reflexivos trivaluados, con 4 valores?

La negación transclásica, como lo demostró Günther, constituye la herramienta idónea para representar lógicamente la subjetividad. En nuestras palabras: el entorno subjetivo de la objetividad. Esto es posible porque se comporta como un 'distribuidor' de sistemas bivaluados, lo cual a su vez, define el proceso reflexivo (de causalidad reflexiva); patrimonio exclusivo del sujeto (S) o de la subjetividad (como también demostró Günther).

Para poder aplicar la negación transclásica se debe poseer un conjunto con más de 2 elementos.

Partiendo de un conjunto trivaluado se pueden plantear 6 patrones reflexivos que representan las relaciones posibles entre S y O (objeto), mediadas por el cambio (V) (lo que llamamos 'negación mediada'). Si caracterizamos al S con '1', al O con '2' y al V con '3'; los patrones posibles serán:


La caracterización estructural (binaria) de los patrones, define cada contextura (o elemento binario singular) y surge de su composición, dada por la presencia de 'orden' (Or) o 'desorden' (De), o ambos, según la siguiente tabla (en donde '1' significa presencia, y '0' ausencia):

De esta tabla se deduce que S y O son elementos opuestos (uno es la negación del otro), tal como lo declara la lógica clásica bivaluada.






La negación transclásica (negación mediada), como ya dijimos, distribuye este sistema o conjunto trivaluado, generando un bucle reflexivo, no aniquilante, según la siguiente norma:

1 → 2
3 → 1
2 → 3

Lo cual significa que la negación segunda de 1 es 2, que la negación segunda de 3 es 1, y que la negación segunda de 2 es 3.

Esto produce un 'intercambio' (y no una anulación) entre elementos que luego de 4 pasos {como las cuatro vueltas que eran suficientes para cumplir con la danza de Tweeddledum y Tweeddledee, en "A través del espejo" de Lewis Carroll} nos lleva al elemento inicial, cerrando el ciclo que en este caso particular, es dextrógiro.

Esto relaciona el S y O por intermedio del V (cambio), que binariamente tiene componentes de ambos, por igual, y al que hemos caracterizado como lo que representa la 'organización'.






Según Günther, para constituir una verdadera contextura compuesta (patrón de la realidad), se necesitan 4 elementos. Aquí nos apartamos de la teoría de Günther, y provocamos la 'generación' del cuarto elemento, para conformar un sistema tetravaluado. Esto es posible si a un sistema trivaluado perturbado por la 'negación transclásica' {lo que genera organización desde el desorden}, le aplicamos la 'negación clásica'. {basados en la Dialéctica de Hegel} En esta circunstancia, una negación binaria, no tiene el mismo efecto que la aplicada en forma individual a un sistema bivaluado; o sea, no lo anula o lo reemplaza, sino que lo 'duplica'. ¿Cómo es esto posible? Pues, porque la no correspondencia de valores (provocada por la negación transclásica), deja al tercer valor sin su correspondiente negado. O de otra forma, produce la 'aparición' de otro elemento (el cuarto) que representa, desde el punto de vista estructural, la ausencia de relación entre S y O, tal cual lo establece la lógica clásica. Por tanto, no hay anulación ya que no hay correspondencia (identidad) completa; quedando así planteados, dos sistemas trivaluados ensamblados que 'comparten' los dos elementos ontológicos: S y O; y si V (3) al interrelacionar S y O, representa una cierta organización, ⊽(0 - 00 la negación binaria del tercer valor (V = 3 = 11) da este cuarto valor), da cuenta de cierta 'desorganización', que como veremos luego, representa una capacidad potencial de 'reorganización' del sistema (una capacidad de auto-organización).

El nuevo valor ⊽(0) no tiene lugar en un sistema trivaluado, entonces, tomando 'prestados' los dos elementos que no son su negación binaria, esto es, S(1) y O(2), genera un nuevo bucle o ciclo reflexivo trivaluado que queda ligado al original a través de su 'cola' objetiva. [ver fig. 1 en el capítulo anterior] Esto define, según nuestra propuesta, el 'entorno del entorno', o sea, el entorno objetivo del S, con lo cual se completa el sistema según la Fig#1 del Capítulo anterior (181).

Este nuevo bucle trivaluado tiene características particulares; fuera de ser, como se señaló, reflexivo por estar estructurado por una 'negación mediada': 1) ciclo en sentido inverso (es levógiro), 2) aunque los elementos básicos son los mismos que en el ciclo original (los comparte): S y O, no los une una contextura binaria que los co-participa (co-presencia), sino todo lo contrario, los disocia, independiza (co-ausencia), perdiéndose así la secuencia (a saltos) del sistema primario (dextrógiro) el cual es considerado completo por posee 6 valencias, y que por esta misma razón, constituye un sistema binario distribuido (un sistema triádico, diádicamente degenerado de Peirce, es decir, discreto).

Este nuevo ciclo que se agrega es incompleto, ya que queda con 3 valencias y por lo tanto, el pasaje (ciclado) de un elemento a otro, se lleva a cabo, no 'a saltos', sino de una manera 'difusa', ya que el ciclo es obligado a pasar por el '0' de un sistema de referencia. En otras palabras, es un ciclo continuo y no discreto con lo que queda explicado la complementariedad isomérica que muestran estos dos ciclos. (figura)


NOTA: la co-presencia es un signo de 'heterarquía' y no de jerarquía o transitividad, lo que posibilita la coordinación (organización) y por ende, la auto-reflexión. Esto permite ensamblar sistemas jerárquicos (binarios) (subordinados) y heterárquicos (n-arios) (coordinados).

ACLARACIÓN: la segunda columna de la tabla precedente, describe mediante la negación transclásica, todo el proceso de 'apareamiento' que se da entre complementarios levógiros. En símbolos sería (figura):



La Tabla I muestra, en forma magistral, todo el proceso que va desde la percepción hasta la temporización, pasando por la 'representación' psíquica; vale decir, desde la percepción de las nociones y producción de una idea, hasta la elaboración de un pensamiento, listo para ser comunicado por el lenguaje (si éste ya está disponible). {luego veremos gráficamente y con mayor detalle este proceso} En la tabla:

                       La columna #1 = lo percibido (percepto)
(estructura) La columna #2 = lo temporizado externo (IDEA) (estructural y dinámico - la espiral)
(función)      La columna #3 = lo temporizado interno (pensamiento) (funcional)

En la psiquis humana, la 'barrera' entre la IDEA (inconsciente) y el pensamiento (¿subconsciente?), [luego de la maduración de la Teoría final, se verá que ambos son inconscientes] es la negación clásica, sobre una cadena de negaciones mediadas. En la Tabla I (anterior) se ejemplifica el caso de un ser humano que vive en una comunidad en la cual, el 'universal' predominante es: SVO, que es lo que registra, y por otro lado, la estructura sintáctica con la que va a comunicar su pensamiento. Por tanto, a través del lenguaje, a lo sumo, podemos investigar cual es la estructura disposicional de las ideas (algo por demás obvio), pero no su contenido.

En cuanto al pensamiento es lo que queda inmediatamente subyacente a la consciencia; es el que temporiza interiormente y asegura que cuando sea comunicado, se agregue a la sintaxis aportada por la idea, los tiempos de verbo. [esto que suena muy agustiniano, no es así. La Teoría final demostrará que los tiempos de verbo no tienen nada que ver con la psiquis] Aquí podría radicar el origen de la neurosis, provocada por la angustia que surge de una 'detención' del tiempo interno por alguna 'anomalía' en la negación clásica de la negación transclásica, y por lo tanto, la IDEA no pasa a pensamiento, (como diría Merleau-Ponty, se resiste a ser pasado) no hay temporización interna para esa IDEA; permanece en 'eterno presente', luego, su recuerdo está alterado, ya que opera automáticamente (no conscientemente), aunque no se puede recordar el contenido; es solo la estructura la que hace 'presión' sobre el mecanismo normal y es lo que produce la angustia.

El Psicoanálisis tiene una respuesta para esto (no el lacaniano sino el freudiano), ya que según dicen, hacen consciente lo inconsciente que molesta; y efectivamente, destraban el mecanismo, entonces, esa IDEA 'atascada' en el presente es obligada a pasar por el Ahora nuevamente y se posibilita su temporización interna (pasa de inconsciente a subconsciente), y por lo tanto, de allí al pasado siendo a partir de entonces, nada más que un recuerdo; desapareciendo la angustia. Una Tabla I para un neurótico sería:

Como vemos, no se produce la negación clásica que es la que genera la temporización interna (no se genera el cuarto elemento).

Queda una estructura para comunicar, que es binaria (triádica, diádicamente degenerada) y por tanto, tiene solo temporización externa y no puede pasar al pasado, ni ser un recuerdo 'normal': se ha bloqueado el tiempo interno, lo que genera angustia.



Reconsideración de la Psicología Comparada: 





En la figura anterior se muestra un detalle posible de la 'Psicología' de un ser vivo unicelular (carente de Sistema Nervioso Central) con un desarrollo de la secuencia lógica de las relaciones pertinentes (a la izquierda de la figura). Mientras que a la derecha, vemos lo propio, para un ser vivo multicelular con SNC (un animal no humano), con el mismo detalle. En ambos casos se consideran: lo percibido (p), lo registrado (r), y lo 'para comunicar' (pc), disponibles para cada una de las psiquis consideradas.

Vemos que, en el caso del animal al menos, dispone para comunicar directamente, dos modalidades operativas (acciones): VSV {la acción percibida concatenada por él, a su propia acción}, y SVS {él relacionado por su acción, al otro sujeto en cuestión}. Esto es su propio lenguaje y esta 'modalidad' la hereda evolutivamente el hombre, y es puesta en funciones en modo instintivo (a modo de acto reflejo), sin participación de la consciencia. {esto es lo que tenemos de animal}
{Falta definir lo que comunica el unicelular: ¿cómo funciona su lenguaje? Por otro lado, queda por completar, en el neurótico: ¿qué tiene para comunicar?}

¡Nos vemos mañana!