Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 60)

Cuaderno III (páginas 357 a 362)

(Continuación del trabajo: "Un modelo neuronal de un espacio de trabajo global para tareas cognitivas con esfuerzo")

Compuertas selectivas del WS (WorkSpace - Espacio de Trabajo), entradas y salidas: aunque el WS está compuesto por grupos de neuronas interconectadas, en una variedad de áreas de procesadores; en un tipo dado, solo un subgrupo de entradas tienen acceso a él. Postulan los autores que el manejo de las compuertas está implementado por las proyecciones modulatorias descendentes desde las neuronas del WS, hasta los procesadores neuronales más periféricos. Estas proyecciones pueden ampliar o extinguir selectivamente, las entradas ascendentes desde las neuronas, movilizando así, en un determinado tiempo, un grupo específico de procesadores en el WS mientras suprime la colaboración de otros.

Dinámica espacio-temporal de la actividad del WS: El WS global es el asiento de un tipo particular de 'escala cerebral' caracterizada por estados activos, por una activación automática de una manera súbita, coherente y exclusiva, de un grupo de neuronas de ese WS, mientras el resto de las neuronas del WS son inhibidas. Todo el WS está globalmente interconectado, de tal manera, que solo una de tales 'representaciones WS', puede estar activa en un tiempo dado. Esta propiedad invasiva 'todo o nada', la distingue de los procesadores periféricos en los cuales, debido a los patrones locales de conexiones, pueden coexistir 'varias representaciones con distintos formatos'.

Una representación que ha 'invadido' el WS puede permanecer activa de manera autónoma y resistir cambios en la actividad periférica. Si esta es evaluada negativamente, o si la atención cae, ella puede ser reemplazada al azar y espontáneamente, por otra combinación discreta de neuronas del WS. Funcionalmente, esta propiedad neural implementa un 'generador de diversidad' activo, el cual constantemente proyecta y prueba 'hipótesis' (o pre-representaciones) del mundo externo. La dinámica de la actividad neuronal del WS se caracteriza por un flujo constante de episodios individuales coherentes, de duración variable.

Contenido del WS global: por medio de sus proyecciones mutuas y desde las neuronas del WS, cinco categorías principales de procesadores, pueden ser movilizados dinámicamente y reconfigurados en forma múltiple. (figura)


- Circuitos perceptuales (CP): dan acceso al WS del 'estado presente' del mundo externo. En los humanos, los CP incluyen las áreas 'orientadas a objetos': ventral y lateral del lóbulo temporal, así como las áreas temporal y parietal inferior, implicadas en la comprensión del lenguaje (incluyendo el área de Wernicke). Así, el contenido de cualquier objeto atendido o discurso puede acceder al WS.

- Circuitos de programación motora: permiten que el contenido del WS sea usado para guiar el comportamiento intencional futuro. Una jerarquía de circuitos anidados, implementan las intenciones motoras, desde el más alto nivel de los planos abstractos, a las acciones individuales, compuestas de gestos. En los humanos estos circuitos incluyen: la corteza premotora, la corteza parietal posterior, el área motora suplementaria, los ganglios basales (particularmente el núcleo caudado), y el cerebelo; así como los circuitos de producción del habla de alto nivel, del lóbulo frontal izquierdo inferior, incluyendo el área de Broca. Las conexiones del WS a los circuitos motores y del habla, a los más altos niveles de esta jerarquía, dotan a cualquier representación, en el WS, con la propiedad de la 'reportabilidad'; a saber, el hecho que pueda ser descrita o comentada mediante el uso de palabras o gestos.

- Circuitos de la memoria de largo plazo (MLP): proveen al WS el acceso a los perceptos y eventos pasados. Las áreas del hipocampo y del parahipocampo, juegan un rol especial, como mediadores en el almacenaje y recuperación de lo guardado en la MLP, la cual está presumiblemente, distribuida por toda la corteza, de acuerdo con su modalidad y contenido general.

- Circuitos de evaluación: permiten asociar a las representaciones, en el WS, con valores ⊕ y Anatómicamente incluyen: la corteza órbito-frontal, el cíngulo anterior, el hipocampo, la amígdala, el striatum ventral; así como también, las proyecciones mesocorticales catecolaminérgicas y colinérgicas a la corteza prefrontal. Las proyecciónes recíprocas permiten que los circuitos de evaluación sean internamente activados por el contenido actual del WS (autoevaluación); y a la inversa, el cambio de la actividad o el mantenimiento selectivo de esta, de acuerdo a si su valor previsto sea 'positivo' o 'negativo'. - Circuitos de la atención: permiten al WS movilizar sus propios circuitos, independientemente del mundo externo. Los cambios en el contenido del WS no necesariamente deben conducir a cambios en el comportamiento abierto, pero puede resultar en un cambio hacia una 'atención encubierta', para ampliar o atenuar selectivamente, señales de un subgrupo de procesadores neuronales. Aunque todas las proyecciones descendentes desde las neuronas del WS, hacia los módulos procesadores periféricos son importantes en este proceso de amplificación selectivo, un rol particular juegan las áreas del lóbulo parietal en la atención visuo-espacial. Modulación global de la activación del WS: el estado de activación de las neuronas del WS es asumido como si estuviera bajo el control de 'señales de vigilancia global', por momentos, desde las neuronas reticulares mesencefálicas. Algunas de estas señales son lo suficientemente poderosas como para controlar las transiciones principales entre el estado de vigilia (WS activo) y el sueño de onda lenta (WS inactivo). Otros proveen entradas graduales que modulan la amplitud de la activación del WS, la cual es incrementada cuando ocurre una señal nueva, imprevista o emocional relevante; y por el contrario, cae cuando el organismo está involucrado en una actividad íntima.



Enfoque funcionalista de la consciencia (Trabajo de referencia: "Animal Consciousness" - Enciclopedia electrónica de Filosofía, Universidad de Stanford, 2002)

El reduccionismo funcionalista explica la consciencia en términos de otros procesos cognitivos. Tales términos están bastante emparentados con las atribuciones de la consciencia de los animales. Para este enfoque, no es controversial que los animales tengan estados internos y que ostenten capacidades representacionales. Según Dretske (1995) la consciencia fenomenológica es inseparable de la capacidad de las criaturas de percibir y responder a los eventos de sus entornos. De acuerdo a este autor, este tipo de consciencia está ampliamente difundido en el reino animal, incluso en las abejas (Tye, 2000).

Aunque las teorias funcionalistas de la consciencia fenomenológica, dependen de una estructura cognitiva más elaborada, no cree, el autor, que los animales tengan estado mentales conscientes. Dennett (1969, 1995, 1997) niega que los animales tengan consciencia, por lo menos, en el sentido que la tienen los humanos.



(Trabajo de referencia: "Attention vs Consciousness: a Distinction with a Difference", Valerie Gray Hardcastle, 203)

La conexión entre atención y consciencia: hay una considerable evidencia que sugiere que solo somos conscientes de aquello que atendemos. He aquí tres resultados significativos procedentes de la Psicología y de la clínica neurológica, que soportan la posición general de que la atención está ligada, si no que es idéntica, a la consciencia.

1) Confabulación a través de los movimientos Sacádicos: nuestra impresión, al mirar cualquier escena compleja, es la de un panorama 'suave' y continuo. Somos generalmente ignorantes que nuestros ojos rastrean hacia un lado y otro, nuestro mundo visual. No obstante miramos fijamente algún objeto u observamos un hecho ante nosotros, por un cuarto de segundo. Luego movemos rápidamente el centro de la mirada fija a otra parte. Estos movimientos sacádicos son muy rápidos; generalmente tardan ± 20 ms, antes de la próxima pausa. La razón de que tengamos dificultad para sensar nuestros rápidos movimientos oculares es que somos 'ciegos' mientras se producen [y también estamos inconscientes durante, aproximadamente, ese tiempo: cuña temporal]. Nuestro mundo visual es un intervalo de 'instantáneas' breves y desunidas de diferentes partes de nuestro entorno, intercaladas con breves intermedios sin entradas visuales. Obviamente, nuestro cerebro, 'llena' esto que no vemos, dándonos la experiencia de un escaneo (exploración) continuo y estable. [en sentido estricto, no es que no haya entradas visuales. Lo que ingresa, porque tenemos abiertos los ojos, no es procesado en ese momento, sino en la próxima cuña temporal. Esto, que es 'almacenado' en un buffer de memoria (memoria transitoria) es lo que el cerebro utiliza para 'rellenar' nuestros 'baches' perceptivos]

2) Enmascarado de fondo o metacontraste: si una figura sólida o una palabra es mostrada brevemente sobre una pantalla, seguida de una figura distinta; quien observa menciona solo el segundo objeto o palabra. La información de la primera observación, simplemente no fue 'vista', fue enmascarada por la que sigue.

3) Desórdenes de la atención: las agnosias, o esa interrupción en la capacidad de reconocer estímulos previamente aprendidos, o de aprender nuevos estímulos, aunque no existan deficiencias concomitantes en la percepción, en el lenguaje o en el intelecto. Estas alteraciones deben ser diferenciadas de la afasia anómica, en la que el paciente puede describir el objeto percibido aunque no recuerde el nombre para referirlo; en la agnosia, el individuo no puede describir el objeto, a pesar de tener las habilidades sensoriales conservadas.

[Como se verá, a medida que se avance en la teoría, el primer trabajo analizado es, tal vez, el más impropio, porque se limita a idealizar una serie de 'módulos', que supuestamente cumplen con las distintas tareas que habitualmente (sin mucha base científica) se le asignan a las distintas áreas de la corteza cerebral y estructuras subcorticales. Nada de lo que allí se dice tiene, al día de hoy, ningún fundamento. De los otros, en el segundo, se menciona a alguien que, también, ha escrito mucho sobre el tema de la consciencia, pero solo lo ha hecho para lograr, como lo hizo y muy bien, la producción de 'best sellers' de difusión científica, pero no grandes obras científicas. Solo basta con revisar algunos de los libros publicados por Daniel Dennett: 'Contenido y Consciencia', 'Tormenta Cerebral', 'La actitud intencional', 'La consciencia explicada', 'Tipos de mentes: hacia un entendimiento de la consciencia', etc., etc.. Solo el último trabajo contiene propuestas concretas que pueden ser corroboradas técnicamente y que, según se demostrará con el tiempo, sí tienen un fundamento neurobiológico]

¡Nos encontramos mañana!