Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 338)

Cuaderno XIV (páginas 2033 a 2038)

(En el capítulo de hoy veremos el índice y el Prólogo de mi primer libro "Aspectos psico-bio-socio-culturales del lenguaje natural humano")

ÍNDICE

PRIMERA PARTE: ¿CUÁLES SON LOS ANTECEDENTES?
- CAPÍTULO 1 - La realidad subjetiva
- CAPÍTULO 2 - Los aspectos lógicos de la realidad
- CAPÍTULO 2 - Origen del lenguaje natural humano

SEGUNDA PARTE: ¿CÓMO OCURRIÓ?
- CAPÍTULO 1 - Sustento neurobiológico del lenguaje natural humano
- CAPÍTULO 2 - Fases evolutivas de la realidad subjetiva
- CAPÍTULO 3 - Adquisición del lenguaje

TERCERA PARTE: ¿EN DÓNDE BUSCAR?
- CAPÍTULO 1 - Categorización
- CAPÍTULO 2 - Los momentos evolutivos de lo psíquico
- CAPÍTULO 3 - Teoría de la psiquis
- CAPÍTULO 4 - Comprensión del lenguaje

CUARTA PARTE: ¿QUÉ NOS DICEN LAS EVIDENCIAS?
- CAPÍTULO 1 - Biología y la producción de la palabra
- CAPÍTULO 2 - Los aspectos psíquicos de la producción
- CAPÍTULO 3 - Modelos de producción

ALTERACIONES DE LA PALABRA (a modo de conclusión)

APÉNDICE

GLOSARIO

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Como vemos, en este extenso trabajo (con alrededor de 700 páginas) se enfoca la Psicolingüística desde mi teoría: la Lógica Transcursiva, motivo por el cual, luego agregué como subtítulo del mismo: "Introducción a la teoría psíquica del lenguaje".

PRÓLOGO

Este libro está basado en un prolongado trabajo de investigación que dio como resultado mi Tesis Doctoral: ‘Semiótica de los sistemas reales’, en la que se plantea la imperiosa necesidad de atender a una serie de fenómenos no aparentes que sustentan el origen, la adquisición y la comprensión del lenguaje natural humano.

La mirada retrospectiva a las Ciencias Cognitivas que realicé en el comienzo de mi investigación puso en evidencia el descuido a que fuera sometido el vasto territorio del desarrollo y la experiencia subjetivas, como contrapartida a la concentrada atención prestada a la relación objetiva con la realidad exterior o compartida que es lo que ha mantenido ocupados, tanto el pensamiento como el trabajo de los analistas e investigadores, por más de cinco décadas.

Ante la excusa de no disponer de herramientas adecuadas para abordar todo aquello no aparente o evidente sin más, suena más científico dejar expresa constancia que todas estas 'cosas' no son sino un producto de lo cultivado sobre el basto y yermo terreno de la irracionalidad.

Asumir una actitud como la anterior no fue óbice para que no haya existido investigador que se dedicara a explorar estos temas, que no invocara como sustrato de la especialidad el estudio científico de la mente, adhiriendo incondicionalmente a los preceptos de las Ciencias Cognitivas.

No es propósito de este trabajo el plantearse en qué están equivocadas las Ciencias Cognitivas, algo sobre lo que ya se ha dicho mucho [Aunque sin el rigor que debiera mostrar una buena autocrítica], sino poner en claro a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de la psiquis (y no de la mente) y cómo se debe encarar el estudio científico de sus relaciones con el lenguaje natural, único modo posible de poder utilizar, algún día, el término Psicolingüística con alguna propiedad.

La Psicolingüística hoy día constituye aquella disciplina cuyas lindes difusas tratan de abarcar desde cómo un niño adquiere su lengua materna, hasta la adquisición de segundas lenguas y su uso, pasando por el procesamiento del lenguaje o las habilidades lingüísticas de leer, escribir y hablar soportadas por nuestra memoria, el almacenamiento y recuperación léxica, los efectos sobre el lenguaje de condiciones tales como sordera, ceguera, ser un hermano gemelo o haber padecido de algún daño cerebral y la relación que existe entre el lenguaje y el cerebro, es decir, en qué parte de este se encuentra, cómo ha evolucionado, si es una capacidad innata o adquirida y si es una facultad exclusiva de los seres humanos.

Como podemos ver, en realidad no sería posible abarcar todos estos aspectos sin el concurso de múltiples disciplinas entre las que podemos incluir, la lingüística, la psicología, las neurociencias, la inteligencia artificial, o sea, la mayoría de las disciplinas subsumidas bajo el enfoque global de las Ciencias Cognitivas, aunque frecuentemente se la conozca como psicología del lenguaje, lo que da la clave para comprender el mayor peso específico que tiene en su enfoque, la Psicología Cognitiva. Esta última supone que gran parte del manejo de nuestro lenguaje puede explicarse mediante representaciones internas e intencionales que contemplan desde una serie de mecanismos abstractos y formales de procesamiento de información, en su origen, hasta los modelos conexionistas de la década de los ochenta, para tratar de explicar la mente como un sistema de cómputos.

No voy a hacer un racconto de la Psicología Cognitiva, algo por demás conocido, sino que me limitaré a señalar algunos aspectos dentro de esa retrospectiva del tiempo psicológico, que gravitan sobre la Psicolingüística actual.

Entre los aspectos importantes, que a mi juicio marcaron en forma indeleble esta actividad, está el intento de hacer compatibles, mente y objetividad; el transformar a la psicología en la ciencia objetiva de la mente, pero sin arrastrar la concepción extensional de lo mental que sostenía el conductismo, ni las poco definidas intuiciones de la psicología introspectiva.

Este nuevo 'proyecto científico' llamado ciencia cognitiva definió de una manera peculiar un modo de pensar basado en las tecnologías del conocimiento, propias de la segunda mitad del siglo pasado. Así surge la mente como una máquina abstracta, como un sistema de cómputo, que provocó la desaparición definitiva de la visión imperante hasta entonces, de un cerebro separado de la mente. A partir de aquí pareció natural considerar que la mente era para el cerebro, lo que un programa era para un computador. Este mecanicismo abstracto permitió investir a la psicología naciente de 'científica' al poder así, ofrecer explicaciones formales de algunos fenómenos, sobre todo, los que tenían que ver con el lenguaje, eso sí, totalmente divorciado de su sustento neurológico.

Este nuevo nivel de análisis permitía, según sus defensores, escudriñar las estructuras mentales y los procesos internos que se daban en ellas, sin caer en el reduccionismo conductista. Se fabricó una mente simbólica totalmente separada de la mente como función cerebral y el hito fundamental que afianzó esta visión tan particular de lo mental, fue el artículo publicado en 1943 por Warren McCulloch (neurofisiólogo) y Walter Pitts (matemático): 'Un cálculo lógico inmanente en la actividad nerviosa', en donde los autores incluían principios lógicos en el funcionamiento de las neuronas y redes neuronales del cerebro. Este trabajo fue el inicio de las Redes Neuronales Artificiales, una de las herramientas más usadas hoy en día, en Inteligencia Artificial.

Nace así una mente descontextualizada de su soporte biológico que se transforma en una herramienta simbólica manejada mediante proposiciones lógicas que dan lugar al pensamiento, quedando para el sistema nervioso la tarea abstracta que cumple todo sistema de cómputo. Para morigerar la irrupción de términos netamente computacionales, tales como: almacenamiento, proceso, operación, algoritmo, parser (analizador sintáctico), input (entrada), output (salida), etc. se esgrimió que eran usados en un sentido puramente metafórico, aunque según observamos hoy, esta metáfora se transformó con el tiempo, en una verdad objetiva.

Otros de los hechos importantes en los designios de la Psicología Cognitiva y ahora con especial injerencia en lo lingüístico, fue la aparición en escena de Noam Chomsky con sus 'Estructuras sintácticas', quien luego de desbaratar el conductismo de Skinner, logró imponer un enfoque formalista de lo mental, concretado en su gramática generativo-transformacional o modelo sintáctico de la mente que dominó el panorama cognitivista durante casi 40 años.

Las francas limitaciones evidenciadas por el modelo anterior que obligaron a su creador a realizar ingentes ajustes, hasta quedarse al final con solo un modelo minimalista, dieron paso a una propuesta que no tenía como núcleo la forma (la sintaxis), sino el contenido (lo semántico) y la influencia de lo contextual (lo pragmático). Esta bocanada de aire fresco para la psicología, lo fue de igual manera para la psicolingüística, pero también en la década de los ochenta, apareció 'La modularidad de la mente', la obra de Jerry Fodor, discípulo y defensor (a su manera) de Chomsky, que tanta influencia sigue teniendo aún en la actualidad en esta especialidad, sobre todo en nuestro medio.

A finales de los ochenta el panorama psicológico-psicolingüístico se ve conmocionado por la aparición de 'Procesamiento Distribuido en Paralelo' (PDP) de Rumelhart y McClelland, que le dio estatuto al conexionismo, una forma distinta o no simbólica, aunque sí subsimbólica, de definir lo mental como un sistema de cómputo encarnado en un nuevo procesador: el sistema nervioso. No obstante su ambicioso plan, el conexionismo se autodefine como el análisis de patrones de conectividad entre neuronas, consideradas como unidades de procesamiento subsimbólico y cuyo funcionamiento queda definido por determinados parámetros, como son: niveles de activación, fuerzas de conexión, umbrales, entradas y salidas, pero que en definitiva, nada tienen que ver con los datos reales que maneja la fisiología cerebral.

Este último enfoque es el vigente, mayoritariamente, en la actualidad y ha dado lugar no solo a nuevas interpretaciones psicológicas y psicolingüísticas, sino también lingüísticas y hasta filosóficas.

El escueto resumen introductorio que acabo de hacer servirá de marco de referencia contrastivo entre los aportes de las Ciencias Cognitivas al estudio de la mente y la propuesta que aquí se presenta. El análisis en profundidad de las tres obras mencionadas a las que he elegido de entre todo el material producido durante 60 años, demuestra, que estas ideas se han constituido en los patrones universales de los enfoques actuales.

La Psicolingüística es considerada, al mismo tiempo, por un lado, como una disciplina que se integra a otras del mismo cuño para lograr sus objetivos y por otro, una 'ciencia experimental', cuyos pilares fundamentales declarados son: la Biología, ya que considera al lenguaje como aquel sistema neurofisiológico que afecta el cerebro (aunque sin considerar la realidad biológica del órgano) y la Computación, pues considera que la producción verbal es, de alguna manera, un proceso de manipulación simbólica en un sistema que requiere: conocimientos, representaciones y algoritmos.

El enfoque cognitivo de la Psicolingüística tiene sus raíces más profundas en la Psicología Cognitiva y en la Lingüística Cognitiva. No obstante es la primera la que dicta, en gran parte, lo que se tomará de la segunda. La Psicología Cognitiva se propone estudiar la conducta y en este caso específico, el lenguaje como tal, no solo como una mera relación estímulo-respuesta (como lo hacía el conductismo), sino además, como un 'proceso mental' que necesariamente se da entre un estímulo y la respuesta correspondiente, proceso que es 'inferible' a través de 'técnicas adecuadas'.

La única forma que esta disciplina ve como posible para explicar una conducta como el lenguaje es apelando al tratamiento del 'proceso de la información', y esto supone atender a: i) las representaciones mentales almacenadas en una especie de base de datos, sobre las que operar; ii) las operaciones que se realizan sobre estas representaciones, y iii) la secuencia detallada de tales operaciones. Las consideraciones anteriores llevan implícitos los siguientes supuestos: a) toda conducta demanda un tiempo; b) los procesos necesariamente son seriales; c) la codificación de los datos de entrada implica una transformación continua, y d) todos los procesos llevan una misma dirección.

En resumen, podemos caracterizar a lo que hoy se conoce como 'Psicolingüística Cognitiva Experimental', del siguiente modo:

1) Mentalista: por la inclusión necesaria de estados, representaciones y procesos caratulados de 'entidades mentales'.

2) Funcionalista: (legado directo de Jerry Fodor) ya que sostiene que los procesos mentales no son meras conductas observables, sino funciones mediadoras entre las entradas sensoriales y las salidas motoras.

3) Computacional: por considerar que todos los fenómenos cognitivos son en el fondo procesos de cómputo.

Demostraremos que los métodos utilizados por la Psicolingüística y la Psicología Cognitiva, en la actualidad, por estar demasiado impregnados de los presupuestos anteriores, carecen del rigor que debieran tener para ser considerados como herramientas científicas, es decir, como generadores de respuestas fiables a las hipótesis planteadas.

Este congreso tiene como objetivo abrir un foro de discusión, debate, reflexión e intercambio de ideas, temas, preguntas, métodos, tendencias, escuelas y herejías dentro del campo de la Lingüística Cognitiva y, en general, de los enfoques funcionales del lenguaje. Una de las mayores tendencias u orientaciones hoy en día en Lingüística Cognitiva tiene que ver con la investigación en psicolingüística y lingüística antropológica. El objetivo de este congreso es brindar una oportunidad para evaluar el estado de la cuestión actual, los pros y contras de estos campos de estudio, los valores añadidos y también los interrogantes que pudieran reforzar o debilitar el nuevo perfil de la Lingüística Cognitiva. Así, queremos preguntarnos no sólo sobre la relación de la gramática (es decir, la unión de forma-significado) con la mente, sino también sobre la corporeización física de la competencia lingüística en el cerebro, y ver “qué determina qué”. (misiva de invitación al VIII CONGRESO INTERNACIONAL BIANUAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE LINGÜÍSTICA COGNITIVA (AELCO 2012) a realizarse en Almería (España) del 17-19 de Octubre del 2012)

Por todo lo expuesto, este libro no es un tratado de Psicolingüística, ni tampoco uno de Psicología Cognitiva, especialidades en las que el ‘estudio científico de la mente’, se hace sin la participación real del cerebro ni del aparato psíquico que en él funciona, sino una introducción al estudio científico de la psiquis como sistema y su relación con los otros sistemas reales: el biológico y el socio-cultural.

Como valor agregado se dan aquí las pautas para estudiar, en este contexto, el lenguaje natural humano para poderlo diferenciar así, del lenguaje convencional normativo (el código), el cual sí es objeto de estudio de la Lingüística Cognitiva y de todos sus enfoques, campo en donde se han logrado ingentes avances y muy eficientes herramientas prácticas.

Los argumentos críticos que se van a presentar aquí llevan como objetivo desmantelar el dogmatismo en que han caído las Ciencias Cognitivas en general y la Lingüística en particular, al no cuestionarse la adecuación y pertinencia de las reglas ya establecidas sobre el tratamiento que se le da a lo ‘mental’, pero de ninguna manera pretenden objetar los logros habidos en sus campos específicos.

Puede que todas o algunas de las ideas expuestas en este trabajo sean un grosero error; de cualquier modo creo que aún así esta propuesta sería un progreso, ya que las viejas reglas establecidas, de las cuales constituye una muestra evidente la misiva expuesta anteriormente, son tan insustanciales que no alcanzan ni siquiera a constituir una falacia.

Para dar cumplimiento al análisis de contraste entre la propuesta cognitiva oficial y la nuestra, esta obra se desarrollará en cuatro partes:

Primera Parte: en donde se trata de dar respuesta a la pregunta: ¿cuáles son los antecedentes?, la que obviamente hace referencia al supuesto origen del lenguaje, aspecto este, fundamental a la hora de plantear mecanismos de adquisición, comprensión y producción de nuestro lenguaje. Se invoca un posible origen genético, pero no como mecanismo generador (o que explique la génesis del lenguaje), sino basado en la misma dinámica que los genes.

Segunda Parte: aquí, la pregunta planteada es: ¿cómo ocurrió?, o sea, cuál es el mecanismo involucrado en la adquisición del lenguaje, ante lo que nuestra respuesta fundamentará los aspectos psico-bio-socio-culturales que dan sustento a dicho mecanismo.

Tercera Parte: responde a la pregunta: ¿en dónde buscar? respondemos con una original propuesta que desentraña de una manera coherente el núcleo mismo de la especialidad y porqué no, el de las Ciencias Cognitivas, al dar base firme a una teoría de la psiquis sustentada estrictamente en el estudio de la subjetividad humana y ubicando en su justa medida los aportes de la mal llamada Inteligencia Artificial.

Cuarta Parte: finalmente nos concentraremos en ¿qué nos dicen las evidencias?, en donde, con nuestras respuestas se da cuenta de los aspectos que caracterizan la producción del lenguaje y se analiza detenidamente, desde el punto de vista médico, la pretendida valía de los aportes que los métodos utilizados por las neurociencias, hacen en este campo, como así también, en los puntos anteriores.

Bajo el título "Alteraciones de la palabra" y a modo de integración se revisan, desde el concepto psíquico de palabra y la patología, las alteraciones que involucran las funciones del aparato del lenguaje, es decir, todas las actividades lingüísticas observables: escuchar, hablar, leer y escribir, para lo cual es necesario integrar todo lo propuesto en los capítulos anteriores. Esto permitirá corroborar el mayor o menor acierto en nuestras respuestas y presentar una serie de proyecciones que esta investigación pueda tener, más allá de servir como guía para el estudio y la enseñanza desde un nuevo enfoque, de la Psicolingüística, uno que pretende estar un poco más cerca de nuestra condición humana y un tanto más lejos de las máquinas que supimos concebir.


¡Nos vemos mañana!