Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 157)

Cuaderno VII (páginas 939 a 944)

ENSAYO


La negación es la función lógica por medio de la cual un valor pasa a su opuesto. Aplicada iterativamente tenemos un mecanismo alternador (0→1→0) (onda 'diente de sierra') en una lógica bivaluada. En una lógica trivaluada necesitamos m (m=3) negaciones. La primera es la clásica, cambia un valor por su opuesto [esto solo es así en un ciclo superficial levógiro (Lv)]; la segunda negación cambia el segundo valor por el tercero, y una tercera negación cambia el tercer valor por el primero, lo cual cierra el ciclo reflexivo y pasa a constituir un mecanismo oscilador (onda senoidal), que será dextrógiro (Dx) o Lv, dependiendo de la precedencia que demos a los tres valores.

En la lógica binaria la negación significa involución, anulación, alternancia. En una lógica multivaluada: evolución, reflexión. [y desarrollo].

En una lógica tetravaluada, la negación a pesar de operar, en primera instancia, como una lógica binaria [debemos aclarar que aquí hay un error conceptual, propio de todos los comienzos. La única negación binaria que hay en la LT es la utilizada para pasar del nivel superficial al nivel profundo, las otras tres son negaciones mediadas, es decir, que responden a un XOR o a una equivalencia (≣), que nada tienen que ver con una negación tradicional, aunque así lo parezca, como es el caso en el ciclo superficial Lv, en donde 01 pasa a 10 cuando es negado, pero no como producto de ∾ 01 = 10, sino, como resultado de 11 ⊕ 01 = 10], o sea, provocando alternancia, genera, considerando un sistema de 4 valores, 2 bucles reflexivos que ciclón en sentido inverso, y en donde, en el segundo ciclo está incluido el cuarto valor [00], que es la negación binaria del tercer valor [11: a esto me refería en el comentario anterior con 'pasar del nivel superficial (11 = organización) al nivel profundo (11 = desorganización), mediante una negación binaria.], el de la organización trinaria. Los otros dos elementos de este segundo ciclo son las negaciones binarias de los dos primeros elementos del primer ciclo. [este último también es un error de novato, aunque de más grueso calibre. La disposición de los elementos del ciclo profundo (el trifolio continuo de la figura) es absolutamente incorrecta. Este error voy a tardar bastante en eliminarlo. Los detalles de esta 'metida de pata' los daré más adelante.]

Esto, desde el punto de vista de la lógica no aristotélica (y es una esperanza que también lo sea desde la Cibernética), define un verdadero sistema, que está constituido por 4 elementos arreglados en dos ciclos reflexivos, uno de comportamiento binario, pues, cicla 'dando saltos' (que sería equivalente al feedback o retroalimentación negativa de la Cibernética clásica) y de giro Dx; y otro de comportamiento trinario, pues lo hace en forma continua y más rápida que el anterior (con una relación de 3:1) y con sentido de giro Lv (equivalente a la retroalimentación positiva de la Cibernética clásica). Como se puede ver, tienen sentido de giro opuesto y se dan simultáneamente.

Por tanto, podríamos decir que a los sistemas los rige una lógica compleja (según la definición de Morin), ya que son, ambos componentes del sistema, uno opuesto al otro, son complementarios isoméricos entre sí (ciclón en sentido contrario y este es el factor que mantiene unidos a estos componentes sistémicos), y son concurrentes (se dan al mismo tiempo).

Si tienen la característica de ser simultáneos necesariamente, deben coincidir sus polos opuestos (desfasados 180º, igual que todo valor binario y su negación [aquí de nuevo el error grosero, que luego aclararemos]). El segundo ciclo al ser continuo (difuso), o sea, al pasar de un valor a otro, no por su propia negación binaria, sino por la negación binaria del elemento respectivo (opuesto) del otro ciclo [algo que definitivamente no es así, como ya lo hemos señalado], se ve 'arrastrado' a girar (aunque en sentido inverso) y lo debe hacer más rápido si quiere cubrir su trayecto, en el mismo tiempo en que el otro 'salta' de un valor al siguiente. Esto significa que, mientras el primer ciclo (de los tres valores iniciales) completa ⅓ de su recorrido, el ciclo del cuarto valor [el profundo] recorre uno de sus ciclos completo. Esto permite que este segundo ciclo (el complementario) esté 'operativo' mientras el otro está a la espera del siguiente 'salto', lo que lo constituye en una composición de elementos verdaderamente triádico, es decir, continuo, ya que es obligado a circular tres veces por el centro de la composición (trifolio) [esta última no es la condición a cumplir para ser continuo; más adelante veremos por qué] y lo distingue del otro ciclo que es una composición (organización) triádica, pero diádicamente degenerada, ya que se puede ver como 3 pares binarios: 1-3, 3-2 y 2-1 (triángulo en la figura).

Cada vez que coinciden sus polos opuestos (en los extremos de los ejes del arreglo), coinciden sus tiempos que son distintos: el del triángulo es lineal, sucesivo, secuencia; mientras que el del trifolio es cíclico y de periodos más cortos (hay mayor velocidad de giro). De esta manera se sincroniza el funcionamiento. [se debe señalar otro error importante que tiene la figura anterior. Se refiere al lugar de coincidencia de los tiempos (el Ahora), que no está ubicado en donde lo muestra la figura, sino en el centro del trifolio, como luego aprenderemos.]

El proceso reflexivo doble no es una reflexión trivial, en el sentido que un valor no es reemplazado por otro, sino que el lugar relativo que un valor ocupa, es ocupado por otro; y digo relativo, porque tampoco es exactamente el mismo lugar en los tres ejes de la realidad, sino relativo al punto de vista en se 'observe' el fenómeno. Esto no significa otra cosa que el sistema se desplaza en ese eje en donde la superposición es aparente haciendo 'ocupaciones' relativas, iguales, pero en tiempos distintos.

No es un círculo o reflexión trivial, viciosa, sino una espiral (reflexión real, virtuosa). Así el final del ciclo no 'muere' en el comienzo para volver a empezar, sino que, a la vez que el final más se acerca al principio, más se aleja de él. Es un eterno empezar y un eterno acabar, pero nunca iguales. No es una simple recursión; es una 'transcursión'. Una recursión que transcurre en el tiempo.



(Continuamos con el trabajo de Günther)

El punto de vista no aristotélico considera los sistema lógicos que trascienden el alcance de la tradicional teoría binaria, como vehículos de distribución de sistemas. {yo diría como generador de verdaderos sistemas.} Y, dado que cada morfograma individual indica el lugar de un 'ión' de lógica binaria, el cual, por supuesto, es perturbado por el 'ruido' de la transyunción, y nos permite también decir que una lógica multivaluada es un orden de morfogramas lugar-valor, y una composición de patrones morfogramáticos. Esto relega el concepto de valor en este sistema mayor, a un rol subsidiario. El uso del valor y por tanto, el uso de la negación es, obviamente, necesaria porque es imposible construir una composición de morfogramas, en el sentido lógico, sin valores de ocupación.

Pero no es el valor {en nuestro caso sí} sino el morfograma el que determina el aspecto semántico de la teoría no aristotélica del pensamiento. [¡teoría que no es tal!] El concepto clásico de racionalización es incompleto solo desde el punto de vista morfogramático. [racionalizar es pasar de un conocimiento aparente a una presunta comprensión, dando una ‘explicación coherente’ a sentimientos, pensamientos, conductas o a los mismos hechos, recurriendo al pensamiento lógico. Por lo tanto, no es un proceso psíquico, sino una deformación del pensamiento con base arbitraria.] Y este es el nuevo aspecto que introduce la idea y las operaciones de transyunción. [ergo, de acuerdo al comentario anterior, la teoría de Günther no aporta absolutamente nada nuevo, que no tenga que ver con el pensamiento lógico, ese que no tiene nada que ver con la psiquis ni con el verdadero pensamiento.] 

El concepto de un 'valor de rechazo' es incompatible con la metafísica de Aristóteles. Su hipotético 'tercer valor' (en el noveno capítulo de 'De interpretatione') no es otra cosa que un 'rechazo' de la alternativa de dos valores sobre los cuales está basada si 'teoría del pensamiento'. [esta última aseveración es tan impropia que cuesta creer que la haya hecho un filósofo. Aristóteles no elaboró ninguna teoría del pensamiento.  Al igual que ocurría con Platón tampoco en Aristóteles encontramos una teoría del conocimiento elaborada, aunque sí numerosos pasajes en varias de sus obras (Metafísica, Ética a Nicómaco, Tópicos, por ejemplo) que se refieren explícitamente al conocimiento analizándolo bajo distintos aspectos. El estudio de la demostración, el análisis de las características de la ciencia y sus divisiones, la determinación de las virtudes dianoéticas, etc., son algunas de las ocasiones en las que Aristóteles nos habla de una manera más específica del conocimiento y de sus características. De todo ello podemos deducir algunas de las características básicas del conocimiento tal como parece haberlo concebido Aristóteles. Como vemos, no hay nada que se refiera al pensamiento.]

Todos los pensamientos comienzan por el primordial hecho que hay algo sobre lo que pensar. [¡vaya trivialidad!] La consciencia, desde este ángulo, no es otra cosa que la aceptación del hecho que hay un mundo objetivo. [la consciencia es percibir un mundo externo]. Usaremos una lógica donde cada función de valor es un valor de aceptación. Y aquí, un cambio de valor resulta en un cambio de significado. Una conjunción negada, no es una conjunción. Ella ahora tiene otra significación. Ella significa incompatibilidad. [en nuestro caso ∾XOR que negada significa equivalencia (≣) es la que se busca, pues esto dice que ambos subsistemas son concurrentes y no excluyentes como en XOR.]

No hay manera de hacer que un 'valor' sea operable mientras nos quedamos parados en la ontología clásica y las lógicas concomitantes de un ser como algo irreflexivo. Para es lógica, la realidad como totalidad tiene una 'superficie cerrada'. En otras palabras, todo el universo puede considerarse un sistema de auto-reflexión 'retrovertida'. Es retrovertida porque el universo, como tal, no tiene entorno. O puesto diferente, el entorno coincide con el sistema que envuelve.

Por otro lado, hablamos de centros individuales de auto-reflexión en el mundo, y los llamamos: SS; obviamente no nos referíamos a la reflexión retrovertida. Tales centros individuales tienen un entorno genuino (el Umwelt de Uexküll), y lo que ellos reflejan es este mismo entorno. Esto justifica que estos sistemas de auto-reflexión con centros de ellos mismos no puedan comportarse como ellos lo hacen; al menos, ellos son capaces de 'trazar una línea' entre ellos mismos y su entorno. Y repetimos, esto el universo no lo puede hacer. Así nos vemos conducidos hacia la sorpresiva conclusión que las partes del universo tienen un mayor poder reflexivo que todo él, como habido reconocido por mucho tiempo.

[continuará ... ]

¡Nos encontramos mañana!