Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 223)

Cuaderno X (páginas 1339 a 1344)

(En este capítulo continuamos con Escohotado, y por supuesto, agregamos algunos pareceres y aportes propios)

Autarquía: no poder perder ni recibir desde fuera cosa alguna, y procurarse alimento extrayéndolo de sus propias pérdidas.
ananké = necesidad
hylé = materia

Puntos clave en el realismo aristotélico:
a) Escepticismo ante el mundo ideal. Le cree a la observación.
b) Los sentidos son la mayor fuente de placer y conocimiento.
c) el universo real es el fundamento desde donde deriva cualquier normatividad.
d) El principio de lo real es el ser como determinación física suprema, como entidad (ousía). No es tanto el ser, sino los seres o entidades de número indefinido.
e) El ser es una vida, la inteligencia es una vida. Bios constituye lo común a las diversas cosas o sustancias. En un extremo la inteligencia, en el otro, las piedras. Esta oposición no no merma la unidad de la vida.
f) La perfección es definición, límite. Lo ilimitado es imperfecto.

[Según lo anterior, creo que queda claro el porqué de la Lógica Transcursiva]

Sobre los puntos anteriores se soporta la Filosofía Especulativa. Especulativo, no como aventurado, fantástico o sin pruebas, sino preocupado en examinar lo uno, lo otro y lo demás también, hasta obtener una unidad de la unidad y su diferencia (lo opuesto), {en ese sentido, lo nuestro es eminentemente especulativo} superando cualquier dualismo. Lo contrapuesto contiene, siempre, un 'tercero' común. {en nuestro caso existe un 'tercero' que los liga, haciendo de mediador, una reunión de sus diferencias. Entonces, la negación o lo contrapuesto, necesariamente, es alcanzado mediante la negación de la negación}

Aristóteles se aplicará a lo común del logos con absoluto rigor. Nace la Analítica (lógica). Su hallazgo está en aislar y definir la forma del pensamiento abstraída de cualquier contenido contingente, siendo esta una obra maestra del empirismo, ya que lo 'lógico' es descrito con la misma atención que lo zoológico o lo botánico. [pero, pequeño detalle, sin tener nada que ver con lo uno ni con lo otro. Ya lo hemos dicho, la lógica aristotélica es ontológicamente neutra]

Léquein vimos que significa: decir, reunir, determinar. La lógica investiga qué hay de necesario y general en cada uno de ellos, que es la razón humana. [esta última expresión no es muy feliz, porque la liga indefectiblemente a la inteligencia y al pensamiento, de una manera incorrecta] En este sentido, la lógica constituye una verdad a priori, el discurso acerca del discurso y por encima de cualquier contenido que pudiera ser su objeto. Aristóteles aclara, que esta ciencia, no pretende suplantar la experiencia ni recomienda prescindir de la percepción.

El error arranca siempre de relacionar o combinar, falsamente, aquello que revelan los sentidos. [justamente, de esto se trata la realidad subjetiva; por eso la lógica aristotélica no nos sirve] Aunque la razón humana puede analizarse a partir de sus propias pautas, es también lo que abre y presenta la naturaleza, el instrumento (organon) de contacto con el mundo. En Aristóteles, logos es la expresión de physis. {¿entonces?} No confundir aquello que la lógica tiene de ciencia formal - cuyo objeto es la verdad, y no la verdad realizada que son los exponentes de su curso por el mundo - con lo que se llama 'lógica formal'. El organon aristotélico no está desvinculado de mi concepto de lo que existe, y tiene contenido - no solo forma - el movimiento de la razón haciéndose razonante. [Escohotado nos dice que no debemos confundir 'lo formal' con lo derivado de la forma; que lo formal se refiere a lo que se ajusta a normas estrictas; mientras que, supuestamente, forma es el complemento del contenido. Con esto pretende hacernos ver que la lógica aristotélica se interesa por ambas cosas, pero bien sabemos que la lógica de Aristóteles solo atiende a lo superficial, a la evidencia, a la forma, no al fondo; es decir, al contenido. Lo que no se debe confundir es forma con continente. La realidad subjetiva es un ensamble entre lo superficial, lo evidente, lo que aportan los sentidos; y lo profundo o aquello que reside en nuestra psiquis, ese sistema al que la lógica tradicional no puede llegar, y que define, precisamente, el continente o estructura psíquica que es homóloga, relacionalmente hablando, al mundo circundante. Pero hay otro detalle a tener en cuenta para no confundirlo: el contenido. Una cosa es el contenido del que habla la lógica aristotélica que se refiere estrictamente a todo aquello que responde a la verdad de una proposición que habla, solo, de las relaciones entre los términos de una oración; y otra muy distinta es el contenido, que se maneja en una monocontextura que solo puede ser  equiparado con tres elementos: el sujeto, o el objeto, o la transformación o cambio que liga a los otros dos, de una manera excluyente (binaria)→esto es lo único que liga, de alguna manera, el contenido aristotélico con el contenido transcursivo; esto es, que cada elemento puede o no estar presente en un tiempo determinado. Se podría decir, de una manera grosera: puede ser verdadero o falso, si por ello entendemos la ocurrencia de cada entidad, por separado, en un lapso de tiempo.]

El punto de partida del Organon es un principio de contradicción, que Aristóteles presenta como una evidencia natural {efectivamente, así es en apariencia}. "Es imposible que la misma cosa sea y a la vez no sea". Resulta tan vano querer privar de entidad a lo transitorio como pretender que algo sea al mismo tiempo lo contrario de otra cosa cualquiera. {es más, es lo evidente, pero no quiere decir que esto sea todo}

Aplicado al discurso (logos), el principio de contradicción es el principio de la consecuencia: decir algo es decir 'algo más'. {¿entonces?} Es poner de relieve algo sobre algo. El esquema verbal más simple de este juzgar es la proposición lógica, {el término que traduce logos apofantikós; algo se pone de manifiesto (faino, la raíz del fenómeno) a partir de (apó) algo} [lo cual certifica lo que comentamos anteriormente sobre la lógica de Aristóteles, es un tratado de lógica gramatical] que se distingue porque contiene solo al conocimiento. [esto no es correcto, puesto que manejar bien una proposición no aporta ningún conocimiento, solo un burdo aprendizaje de una serie de normas y convenciones. El verdadero conocimiento es el que logramos a través de los sentidos y se encarna en nuestra biología, es decir, en nuestra psiquis que reside en el cerebro] Es siempre una cierta composición (synthesis) [esto no es aristotélico, sino hegeliano; precisamente es la crítica que Hegel hace al sistema de Aristóteles, que no 've' la integración entre lo general y lo particular en lo individual] formada por dos tipos de elementos: a) algo que 'significa sin tiempo' que Aristóteles llama 'nombre' (ónoma) y también 'sujeto' (hypokeimenon). Sujeto es lateralmente apoyo, base sobre la cual se sustenta otra cosa.

{Lo anterior merece, por supuesto, una evaluación de nuestra parte. Para nosotros, sujeto es lo 'sub-yacente', referido a sus coordenadas locales (la evidencia), lo discreto, lo instantáneo, lo lineal; o el fundamento de cualquier acción; es su fuente y, efectivamente, y en apariencia carece de tiempo propio, se ve arrastrado por el devenir heracliteano, el tiempo externo a él. Se conserva así la traducción literal de hypó-Keimenon: sub-iectum; ahora, no solo por este hecho, 'es' o tiene 'ser'. El 'ser' para nosotros, es sobre lo que se basa la evidencia de los hechos y es una estructura más compleja que el mero sujeto [gramatical]. Es la relación planteada con el objeto mediante la acción; aquello que solo 'es' y 'vive' en el eterno ahora de la evidencia. (krónos)}

b) Algo que 'implica tiempo' y se sigue o predica de lo primero, llamado por Aristóteles: réma y traducido por verbo, aunque significa 'asunto' o 'suceso' {por esta razón lo hemos tomado de término base para designar la unidad operativa del sistema socio-cultural: reme}

{Para nosotros, esta segunda parte de la estructura es la esencia de los hechos; aquello que efectivamente, implica un tiempo propio, y que en definitiva es lo que 'mueve' y hace evolucionar todo el sistema. Que implica un cambio, pero que no se ve; no es evidente, pero sí se acumula en forma oculta y ante ciertas circunstancias, propicia un cambio evidente (evoluciona, se bifurca). A parte de 'ser' (vivir en el mismo ahora que el anterior; aquí es donde coinciden), fue y será en forma cíclica (kairós)}

En la realidad, lo que ocurre es que se pasa de algo como la esencia de los hechos, a lo que se ofrecía solo como fundamento de la apariencia (ser), dando origen a lo que caracteriza (indirectamente) al devenir, duración, cumplimiento, generalización, combinación, etc. La esencia opera en un 'tiempo oculto', la transformación de algo supuesto en algo puesto entre todo lo demás, y por tanto, compuesto (sintético). (la esencia opera, para lograr esto, en forma analítica).

Aristóteles clasifica los juicios según los tres siguientes criterios: 1) Extensión (cantidad), 2) Cualidad, y 3) Modalidad. Según 1) pueden ser a) universales y b) particulares; según 2) pueden ser a) positivo (afirmativos) y b) negativos; y según 3) pueden ser a) posibles (problemáticos), b) existentes (asertóricos), y c) necesarios (apodícticos).

Solo es propiamente reveladora (apofántica) {algo se pone de manifiesto a partir de algo} la proposición categórica, donde el nexo entre sus elemento resulta: universal, afirmativo, necesario; solo en ella aparece algo determinado por sí mismo.

{Para nosotros la estructura reveladora (apofántica) es el PAU, pues es la única que puede determinarse a sí misma. Es autopoiética, auto-organizada y auto-generadora}

Categorías: significa predicar, atribuir un contenido {en nuestro caso funciona según la última acepción: se atribuye a un contenido, a una forma, separando (analíticamente) las similitudes (analogías) entre ambos aspectos}

Tal como lo especificó Aristóteles estos modos o categorías, no son ni las entidades concretas {en nuestro caso el ser} ni sus determinaciones generales (las ideas de Platón) {nuestra esencia}, sino algo vinculado a la 'anatomía' de la realidad. Estamos de acuerdo, en esto, con la afirmación de Aristóteles: "el ser es uno, pero se dice de muchas maneras".

Las 'maneras' (categorías) son, básicamente, ocho y juzgar será, siempre, 'decir' de acuerdo con alguna o varias de ellas. [y allí termina todo: solo en 'decir' y nada más]

[Viene ahora un paralelo entre las categorías aristotélicas y nuestro PAU, que, sinceramente, no vale la pena mostrarlo. En cambio, sí mostraremos una caracterización general de los sistemas reales]


Los sistemas reales y sus unidades: que están representadas por un conjunto finito de PAUs. específicos, dispuestos en todos los casos, como el ADN (doble espiral en revolución, en donde, cada espira (paso) defa constancia del tiempo externo).

En todos los casos se respetan las condiciones de complejidad: sus extremos son opuestos, complementarios (en un doble sentido: a) cada extremo tiene lo que su opuesto no tiene, y b) la suma de los opuestos es igual al extremo mayor; 1 + 0 = 1; 01 + 10 = 11; 000 + 111 = 111; 001 + 110 = 111; 010 + 101 = 111; 011 + 100 = 111); y además, son concurrentes.

En la parte inferior de la figura, cuando se despliega el esquema, aparece la 'cuña', que es como se representa, en la psiquis, el tiempo interno.



Escohotado agrupa las categorías aristotélicas en 4 parejas: cantidad/cualidad; espacio/tiempo; actividad/pasividad; sustancialidad/relatividad. {todo esto lo resume, magistralmente, nuestro PAU, en una sola unidad. La totalidad de las determinaciones de algo, concebido unitariamente, esto es nuestro PAU.

[continuará ... ]

¡Nos vemos mañana!