Historia de la Lógica Transcursiva (Capítulo 224)

Cuaderno X (páginas 1345 a 1350)

(Continuamos con Escohotado, y con Aristóteles; en este caso, para analizar la obra 'Metafísica')

Metafísica (metá physiká) ('después de la Física') (su nombre deriva del hecho que, en el corpus aristotélico, ocupaba el lugar del segundo libro, luego de la Física, o Filosofía Primera). En realidad se centra en probar que la Filosofía Primera debe partir del concepto de 'physis' y no de lo abstracto y supramundano, de lo que eran un paradigma las 'metafísicas'; como el pitagorismo platónico.

Desde Aristóteles, el saber científico (episteme) tiene como objeto alguna zona de lo real, concebida como totalidad. La existencia de estas ciencias  específicas condicionó la consideración de un saber que no tuviera por objeto un 'distrito', sino la totalidad de lo real, con lo cual se transformaría en una 'teoría de la ciencia' ocupada de investigar los primeros principios y las últimas causas; esto es, Filosofía Primera o Metafísica, cuyo núcleo es la investigación sobre la sustancia.

Sustancia (ousía): es un abstracto del participio ousas del verbo griego ser, que literalmente, significa 'entidad'.

La entidad, para Aristóteles es aquello que no constituye predicado de otra cosa [vemos siempre las connotaciones gramaticales], ni propiedad accidental suya, sino fundamento o soporte (sujeto, hypokeimenon) {para nosotros, sujeto: lo que crea y no es creado; la fuente de cambio o transformación} de categorías, {en nuestro caso, de especies}. No constituir predicado de otra cosa, implica, no existir por sí, mientras que lo demás existe por transferencia o asimilación. {para nosotros, objeto: aquello que es creado y no crea; el destino de un cambio o transformación} Por tanto, solo son sustancias, en sentido propio, las cosas particulares, los individuos. {según nosotros, todos aquellos que pueden forma una comunidad o sociedad, y que por lo tanto, son individuos o sujetos sociales} {La definición de sujeto, o sustancia, en nuestro caso, depende de la estructura de lo real; o sea, de sus relaciones, en donde de hecho, coexiste lo particular (el fenómeno o apariencia que muestra el ser de los hechos reales), y lo general (lo oculto o esencia). En la relación con el 'otro' se manifiesta 'lo individual'}

La existencia de los individuos (según Aristóteles) es la única basada en una actividad de auto-construcción real; la única absoluta. {en nuestro caso, el sujeto (S) es aquel que crea y no es creado; o sea, se auto-construye. Entiéndase bien, auto-construye sus relaciones, que entonces, definen el hecho real o sémico}. De aquí proviene la crítica al platonismo: toda obra práctica y toda creación (poiesis) se refiere a lo individual. {por esta razón, nuestro PAU es autopoiético}. La explicación de esto se sustenta en el mismo argumento aristotélico: el 'caballo concreto' no puede surgir por arte de magia, desde el género "caballo"; es más prudente concebirlo al revés [yo diría que, antes de querer relacionar un caballo con lo abstracto, se debería concebir primero; eso es sustancia y eso es sujeto]: lo segundo como abstracción  {generalización} de lo primero. Esto último está magistralmente representado en la estructura de nuestro PAU:

Las ideas son esencias estáticas  y no principios de acción, y por eso, no constituye  en realidad, algo uno fuera de lo múltiple. {Está bien, aunque no participo del concepto de idea de Platón; en nuestro casó, idea sí es dinámica, ya que significa inclusión del tiempo, luego cambio, luego acción; pero no porque sea acción, sino porque promueve la acción}

Como sustrato (hypokeimenon) real y determinado, dice Aristóteles, la sustancia tiene 4 lados: el individuo, el género, la materia, y la forma. El S singular constituye la sustancia primera, definida como totalidad concreta; le corresponde ser uno absolutamente definido y separado de lo demás, 'no ya carne y hueso', sino cierto tipo concreto de carne y hueso. {¡magnífico! Relación entre nuestros 'nichos ontológicos' y un hecho singular} Los géneros o universales: son también sustancias, pero 'segundas'. {ocultas} o por analogía {exactamente} porque necesitan la plataforma o apoyo de sus miembros particulares, sin lo cual no pueden surgir. {o hacerse evidentes}

Todo lo anterior es genial, porque coincide exactamente con lo nuestro:



Materia es lo que la sustancia tiene de ser en potencia (dynamis), capaz de asumir cualesquiera mutaciones sin cambiar de naturaleza. Así concebido, la entidad, las sustancias primeras {individuo, lo particular} y segundas {lo general, el género, lo analógico} quedarán reducidas a simples fenómenos o apariencias de algo ilimitado.

PAU: nuestra materia.

A lo que es plasticidad infinita y puro fundamento, Aristóteles lo bautiza: hylé (materia: un término tomado del lenguaje común, que originalmente significa: madera, leña, bosque. Aristóteles lo transforma en símbolo de 'material', para algo incluso, combustible). La materia nombra aquello que no deviene por sí cosa determinada y persiste como lo determinable; su propiedad principal reside en ser 'relativa' (siempre). {en nuestro caso: en relación a... un hecho material; un PAU} (arcilla materia de los ladrillos, que son materia del albañil, que es materia de determinada casa).

Puesto que lo determinable o pasivo no contiene la acción de definirse, representa una sustancia sin sustancia. {nuestro objeto: es creado pero no se crea; es destino del cambio} Se trata de saber porqué una materia es tal o cual cosa, y es esto la 'forma' (morphe-eidos) lo que define el verdadero ser de la sustancia, como principio de unión entre los tres previos (el vaso que recibe vino distinto cada día). {para nosotros esto es el sujeto, pero no el ser, sino el origen del cambio que es el que opera de unión entre este S y el O anteriormente definido. Para nada, en nuestro caso, oficia de 'vaso'; o sea, de continente. El continente de un hecho real o sémico, o PAU es la interrelación entre los nichos ontológicos [como veremos mucho después, estos nichos ontológicos son los verdaderos continentes; el PAU es una unidad operativa de la realidad subjetiva en donde se integran los 4 continentes que la componen, esencialmente] {El principio de unión, en nuestro caso, no es la forma, sino el eje que forman lo particular y lo general; es decir, la union evidente entre S y O, y aquella que no se ve, la esencia}

Para Aristóteles, el ser o la entidad {la sustancia} se encuentra en lo que es, en los individuos {según nosotros, en la unión de las diferencias entre S y O} particulares. Por otra parte, lo verdadero en sí es la forma, que como determinación, constituye un género, y como género, un universal. {dicho sea de paso, para el nominalismo escolástico (lease Ockham) los universales estaban reducidos a meros signos lingüísticos que 'nombraban' las cosas} En consecuencia, los individuos no son ni materia primordial informe (apéiron), ni pura forma abstraída de su materia, como por ejemplo: la lógica. Las sustancias particulares son 'compuestos' o síntesis de ambas cosas; doctrina que se conoce como 'hilemorfismo' {esto define nuestra apariencia. ¿soy un hilemórfico?}

La forma adquiere realidad allí donde no se agota en el universal abstracto ni en el aspecto sensible. {ni en la esencia ni en la apariencia} Así concebida, la forma aristotélica corresponde a lo que hoy llamaríamos: información de un sistema; aquella estructura que se mantiene vigente mientras una materia va renovándose. {o sea, nuestro S}

Esto podría tener sentido: ya que forma (tesis) se puede tomar como 'meta del devenir' (diátesis), aquí es tomado como 'a través de...' y 'separación', al mismo tiempo: lo universal {general} se manifiesta 'a través de' la separación de las semejanzas entre S (forma o tesis) y O (materia o antítesis)

El principio formal de una célula viva, por ejemplo, es aquel orden específico que produce su definición, el programa genético allí operante. En consecuencia, la forma no es solo la esencia ideal, sino el interior que organiza {que reorganiza, y para mí, no es la forma lo interno} a los seres con vida, a alguna actividad precisa y en esa medida, causa (aitía).

El proceso causal es una alteración comprendida como unidad de antecedentes y consecuentes. Tiene 4 tipos:
1) Causa primera: sustancia (esencia) → logos (razón)
2) Causa segunda: materia (fundamento)
3) Causa tercera: causa eficiente → principio de movimiento
4) Causa cuarta: opuesta a la anterior → el objetivo (fin de cada generación y de cada devenir)

{vuelve a repetir los 4 elementos, y esta vez coincide además, con los elementos puntuales de nuestro PAU}



Si bien estos 4 elementos fueron puntualizados (aunque parcialmente) por otros (Anaxágoras, Platón), Aristóteles fue el único que percibió la totalidad {unidad} que representaban. [el otro genio que logró semejante proeza fue Hegel; por eso, solo ellos dos deberían ser considerados como verdaderos Filósofos]

[continuará ... ]

¡Nos vemos mañana!